Escrache a la puerta de Sáenz de Santamaría

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, sufrió este viernes un escrache a las puertas de su casa, en la colonia madrileña de Fuente del Berro. La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) convocó en una glorieta del centro de Madrid (Manuel Becerra) a activistas, afectados y prensa al polémico modelo de protesta que lleva las reivindicaciones a las viviendas y lugares de trabajo de los diputados y que el PP considera “acoso y coacción”.

Los agentes identificaron a algunas personas y pidieron el DNI por “concentración ilegal” al inicio de la protesta. El primero de los identificados fue Jorge Vestrynge, exsecretario general de la vieja Alianza Popular, militante socialista y marido de una activista de la PAH, que aseguró que él entendería que le montaran un escrache “si lo hubiera hecho mal”. Llegaron gritando consignas a casa de la vicepresidenta: “¡No son desahucios, son asesinatos!”. Flanqueados por agentes de la Policía Nacional, se adentraron en la colonia y se plantaron frente al chalé que tenía las persianas bajadas. No se registró ni un movimiento en la casa en los 20 minutos que entre 200 y 300 personas permanecieron allí, aunque la vicepresidenta estaba dentro con su marido y su bebé, según fuentes de La Moncloa. La concentración buscaba “señalar” a Sáenz de Santamaría “que forma parte de uno de los partidos políticos que ha manifestado su rechazo” a la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) en la que reclaman dación en pago retroactiva, que se frenen los desahucios y alquiler social. “¡Soraya, Soraya, tu casa quién la paga!”, gritaban.

“Que no viva ajena a las dramáticas consecuencias que su comportamiento está ocasionando”, leyó uno de los afectados, que explicó, megáfono en mano, que es discapacitado, tiene una hija de seis años y está a punto de ser desahuciado. Una profesora interina explicó a todos que está sin trabajo por “los recortes” de la Comunidad de Madrid. “No quiero que mis hijas hereden una deuda perpetua”, pidió. Guardaron un minuto de silencio por los suicidios. Varias cámaras grababan desde el balcón superior de la vecina de enfrente, decorado con batas blancas y pancartas “por la sanidad pública”.

El grupo parlamentario popular condenó por la noche “rotundamente los actos de acoso a los diputados”, algo “absolutamente inútil” para que se escuchen sus reivindicaciones, según un comunicado del portavoz, Alfonso Alonso. Más de una docena de diputados del PP “han sido acosados en el último mes”, según sus estimaciones. “La mayoría ha presentado denuncia o lo hará en horas”, añade la nota.

Tras abandonar la vivienda, hubo forcejeos entre agentes y participantes tanto en calles adyacentes como en la plaza de Manuel Becerra. Y también protestas en las redes sociales por un Twitter de la cuenta oficial de la Policía Nacional: “Todos tenemos DERECHO a discrepar y reivindicar ante nuestros representantes electos. No a cercenar su LIBERTAD/vida privada o uso violencia”.