Castilla-La Mancha ignora el memorándum del Tajo-Segura
Valencia y Murcia pretenden que el Gobierno garantice la permanencia del trasvase
La Comunidad Valenciana, Murcia y el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente firmarán la próxima semana un memorándum de entendimiento para regular el trasvase del Tajo-Segura. Lo anunció en Alicante este miércoles el director de Aguas de la Generalitat Valenciana, José Alberto Comos, para tranquilizar a los sectores sociales preocupados por el proyecto que pretende reducir el caudal de agua a Alicante. El problema de este anuncio es que lleva la palabra entendimiento en él y la comunidad con la que hay que entenderse, Castilla-La Macha, no va a firmar ningún memorándum.
"Por primera vez", anunció Comos, "el trasvase Tajo-Segura va a quedar reflejado como una obra estratégica de interés general para España cuya permanencia en el tiempo va a quedar garantizada". Se lo ha dicho a los sectores sociales que se reúnen en la Mesa del Agua, una entidad que aúna a 22 entidades del campo y la ciudad entorno a la necesidad del agua, una reivindicación histórica de la provincia.
A la consejera de Fomento manchega, Marta García de la Calzada, le ha parecido dentro de la "normalidad" que Murcia y Valencia expresen sus preocupaciones ante el ministerio, pero no firma nada. Ni siquiera un memorándum. "No lo vamos a firmar", comentó el miércoles por la mañana durante una visita a una carretera en Cuenca, según Efe . "Tampoco somos parte del mismo", remató García de la Calzada.
La publicación en el BOE del proyecto del Plan Hidrológico del Tajo inquieta a muchos, sobre todo en el sur de la provincia alicantina. Según el borrador, para que el trasvase funcioné será necesario que los embalses de Buendía y Entrepeñas tengan un mínimo de 400 hectómetros cúbicos, mientras que ahora el mínimo es de 260 hectómetros cúbicos. El proyecto actual se acerca más a la posición manchega, que pedía un mínimo de 600 para que el trasvase funcionara, que a la opción valenciana.
Para aplacar el miedo suscitado en sectores del campo que quieren garantías para sus plantaciones, el directivo aseguró que "se ha estudiado muy mucho para que tenga una incidencia muy mínima", frase que no deja tranquilo a gente como Eladio Aniorte. El dirigente del sindicato Jóvenes Agricultores asegura "no estar convencido de eso" y que "todo lo demás es negociable, pero no negociar el caudal".
Otra de las preocupaciones además del suministro de agua para el campo y ciudades es el mantenimiento del empleo que genera el trasvase, "180.000 empleos" hasta el momento, según la cifra aportada por Comos. "Con 320 hectómetros cúbicos como media desde que está en funcionamiento" el trasvase, explicó el director de Aguas valenciano, se han creado todos esos empleos "con lo cual esos 180.000 empleos se van a consolidar", opinión que no comparten desde sectores como el de la Universidad, también presente en la reunión.
La voz alicantina en pro del agua del trasvase va en una única dirección y, como suele, de la mano de Murcia. Los gobiernos valenciano y murciano tienen ya un historial de colaboraciones y reclamaciones conjuntas de agua, la más famosa la campaña del "agua para todos" del expresidente, Francisco Camps, y el actual murciano, Ramón Luis Valcárcel. Siempre se han entendido. Con Castilla-La Mancha siguen igual, pese a ser esta vez del mismo color político.
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