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La oposición ningunea el cese de Fabra

La izquierda cree que la renuncia en Aerocas fue obligada y no forzada por el Consell

Presidencia de la Generalitat se apresuró el pasado viernes a presentar el cese de Carlos Fabra al frente de la empresa pública Aerocas, entidad encargada de la gestión del aeropuerto de Castellón, como una medida ejemplar. Pero los partidos de la oposición no reconocen esta imagen. Al contrario, creen que el Consell no tuvo más remedio que apartar al barón del PP de Castellón de la última responsabilidad pública porque no le quedaba otra después de que el titular del juzgado número 1 de Nules decidiera sentarle en el banquillo por los presuntos delitos de tráfico de influencias, cohecho y cuatro fraudes fiscales.

La diputada socialista Carmen Montón aseguró que la dimisión de Fabra era “inevitable” porque su situación era “insostenible y ofensiva”. Montón se preguntó retóricamente si Mariano Rajoy seguía manteniendo a día de hoy que Carlos Fabra era “un político y un ciudadano ejemplar”. En opinión de la socialista la Comunidad Valenciana "no va a poder salir de la crisis hasta que se acabe con toda la corrupción del PP que preside Alberto Fabra”.

Más directa fue la diputada de Esquerra Unida por Castellón en las Cortes Valencianas, Marina Albiol, para quien la destitución de Carlos Fabra al frente de Aerocas “llega muy tarde”. Albiol lamenta que esta decisión se haya producido “después de haber convertido Castellón en la risa de todo el Estado y parte del extranjero y después de haber ridiculizado a consejeros y de haber utilizado el aeropuerto como un cortijo particular”.

La parlamentaria autonómica ha criticado que Fabra “se le haya permitido estar durante demasiado tiempo al frente de esta infraestructura, haciendo y deshaciendo sin dar explicaciones a nadie”.

Más comprensivo con el expresidente del PP de Castellón se mostró su compañero de partido y presidente de la Diputación de Valencia. Alfonso Rus, tras desearle lo mejor a Fabra, aseguró que la justicia “tarda pero llega. Una persona esperando nueve años para que lo juzguen tiene que sufrir. Los trámites, dijo, se deberían hacer cuanto antes y si uno es culpable que lo pague y si no, pues que sea como una persona normal”. A Rus se le debió olvidar que buena parte del retraso se debe a la estrategia defensiva realizada por Fabra.

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