Luque da un golpe de autoridad
Vuelta al ruedo apoteósica de Morante y mala suerte de Ponce
Un golpe de autoridad de Daniel Luque. Más contundente con el sobrero de Jandilla que saltó sexto. Pero en ambos casos, tanto en el tercero como en ese sobrero, un torero de propósitos firmes y objetivos claros. Luque sorteó en primer lugar un toro de Parladé, que entró en la corrida como titular, con las fuerzas muy medidas pero también muy aprovechable. Se derrumbó a las primeras de cambio y Luque marcó la única ruta posible: toreo a media altura, sin molestar, al aire que le marcaba el toro. La faena se deslizó entre superficial y estética. Muy ocupado en componer la figura, Luque acompañó la embestida y anduvo con ese astado como Pedro por su casa.
El sexto volvió a los corrales y de sustituto salió uno de Jandilla. Fue toro manso en el primer tercio y que se arrancó de primeras sin demasiada entrega. La virtud de Luque fue consentir. Sin prisas. También sin pausas. Ligerito al principio, sin gran acople y perdiendo pasos, fue metiendo poco a poco en su terreno al de Jandilla. El toro pareció llegar algo crudo a la muleta y hubo un amago de protesta. Luque, con paciencia, no se descompuso y acabó por dominar la situación. Una serie con la derecha, muy lograda, fue el punto de inflexión. La segunda mitad de esa faena fue casi una demostración. Con el toro a sus pies y seguro servidor, Luque se permitió licencias, como una serie muy llamativa de cambio de manos por la espalda y sin estoque.Y la impresión de que el toro acababa apabullado.
DOMECQ, PARLADÉ, JANDILLA / PONCE, MORANTE, LUQUE
Tres toros de Juan Pedro Domecq, dos de Parladé -2º, sobrero, y 3º- y otro de Jandilla -6º, sobrero-. Justos de presentación. De fuerzas justas pero de buen juego en general.
Enrique Ponce: media (división de opiniones); -aviso- tres pinchazos y descabello (saludos).
Morante de la Puebla: dos pinchazos, media y descabello -aviso- (división); pinchazo -aviso- y dos descabellos (vuelta apoteósica)).
Daniel Luque: entera desprendida (oreja); estocada (dos orejas).
Plaza de Valencia, 19 de marzo. 12ª y última de Fallas. Casi tres cuartos.
La lidia de Morante al quinto se festejó a lo grande, desde el principio hasta el final. No tuvo empacho en dar todo un recital de verónicas de recibo, para rematar con media en los medios y a pies juntos. Un quite de frente por detrás de Daniel Luque obligó a la réplica de Morante. Esta vez por chicuelinas y otra media igual que la anterior.
El menú de la faena se sirvió primero con tres estatuarios. El plato fuerte vino después: pinceladas primero, sin cuajar series. Mucha naturalidad y regusto. La faena fue a más, ganó enteros y se redondeó cuando Morante descargó sobre la derecha unos muletazos a cámara lenta. Una labor larga, entregada. El segundo, otro sobrero de Parladé, no tuvo sabor ni color. Ni emoción. Pero se le arrancó a Morante al descabellar, lo persiguió hasta el centro del ruedo y a punto estuvo de sufrir un grave percance. En ese sobrero, la faena de Morante no tuvo relieve.
Enrique Ponce puso mucho de su parte para sacar partido del cuarto. Por la derecha hubo muletazos hondos, con el toro muy enroscado; por la izquierda, muy buen dibujo en los naturales. El toro no terminó de ayudar, pero la faena muy bien pautada tuvo vuelo. Mas la espada lo echó todo por tierra. Como también frustró la cosa el primero de la tarde, de tan poca fuerza que llegó quedado y protestón a la muleta. Muy deslucido.
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