El PP gallego remite a Madrid la posible revisión de sus cuentas

El PP gallego no tiene prevista ninguna revisión de sus cuentas, pese a las graves sospechas de financiación ilegal a finales de los años noventa que arrojan el sumario del caso Gürtel y los apuntes del extesorero nacional del partido Luis Bárcenas. Los populares alegan que la contabilidad de esa época, cuando el secretario de Organización del partido en Galicia era Pablo Crespo, uno de los cerebros de la trama Gürtel, ni siquiera se encuentra ya en la sede regional porque fue en su momento remitida a Madrid. La decisión de revisar esas cuentas compete en exclusiva a la dirección nacional, como parte del proceso abierto tras el estallido del caso Bárcenas, según explicó un portavoz del PP gallego.

 Desde que se conoció la existencia de las millonarias cuentas suizas del extesorero del PP, Alberto Núñez Feijóo ha sido uno de los barones del partido que con más energía ha reclamado una investigación interna con “luz y taquígrafos” para limpiar la imagen de la organización. Pero al mismo tiempo, pese a las insistentes peticiones de la oposición, Feijóo se ha desentendido por completo de la gestión del partido en los años dorados de Manuel Fraga, sobre los que se centran las sospechas. El líder del PP gallego ha esgrimido que en ese momento él ni siquiera era militante.

En los papeles de Bárcenas figura una anotación de mayo de 1999 para dejar constancia de un supuesto pago de 21 millones de pesetas realizado por Pablo Crespo a la sede nacional. Ese dato coincide casi exactamente, incluidas las fechas y la cantidad de dinero, con otro apunte que figura en los documentos que en su día la policía incautó a Crespo. Además, en el sumario de la Gürtel consta otro informe policial que concluye, una vez examinados los papeles del exsecretario de Organización, que el PP gallego tenía una doble contabilidad y que una parte de los fondos que manejaba provenían de recursos “ajenos a los circuitos financieros reales”. Según la policía, el 52% de los gastos en actos del partido durante esa época “se pagó en efectivo, con notas de recibí sin factura y otros sin nota”.

Los máximos responsables del partido en aquella época, jefes directos de Crespo, ya no pueden hablar. Eran el presidente Manuel Fraga y su secretario general, Xosé Cuiña, ambos fallecidos. Ninguno de los principales dirigentes del actual PP gallego estaba entonces en primera línea. Y el equipo de Feijóo ha optado por lavarse las manos, proclamar que el asunto no va con ellos y dejar que sea la dirección nacional la que dé explicaciones.

Del mandato de Feijóo sí queda un asunto sin resolver referente a la financiación del partido. En la contabilidad de 2007 el Tribunal de Cuentas halló un donativo anónimo de 231.400 euros. Desde ese año, la ley impedía a los partidos recibir aportaciones cuyo origen no estuviese identificado. En abril de 2012, el Tribunal ordenó inmovilizar esa cantidad en una cuenta bancaria separada a la espera de identificar al donante. Ocho meses después, el misterio sigue sin resolver y el PP no ha podido recuperar el dinero.