CC OO y UGT votan sumarse al pacto para salvar el nuevo modelo de Nissan

Los trabajadores de Nissan afiliados de CC OO y UGT celebran hoy una asamblea en la que está previsto que voten si se suman al acuerdo de competitividad que la empresa de matriz japonesa exige para optar a fabricar un turismo en la planta de la Zona Franca de Barcelona. En un gesto que solo tiene precedente en grandes conflictos, la asamblea, en las Cotxeres de Sants, contará con la presencia de los secretarios generales de ambas organizaciones, Joan Carles Gallego y Josep Maria Álvarez. El gesto debe leerse en dos claves. La primera, la de la unidad de acción en la que están inmersos los dos grandes sindicatos catalanes, y la segunda, el frente común de las dos centrales ante SIGEN-USOC, el sindicato mayoritario en Nissan, que dio su visto bueno al pacto el lunes pasado.

Convertido en un culebrón, el conflicto de Nissan arrancó hace seis meses, cuando la dirección exigió a los empleados mayor “competitividad”, con un paquete de medidas del que sobresalía la introducción de una doble escala salarial que llevaría a los nuevos empleados a cobrar un 20% menos que los actuales.

La dirección de Nissan lleva más de una semana —desde el viernes 18— asegurando que el coche está perdido, que “no hay nada que hacer”, y culpando a los sindicatos de haber perdido la posibilidad de crear 1.000 empleos, y el director de Relaciones Laborales de la Generalitat, Ramon Bonastre, dijo el jueves que la posibilidad de que Zona Franca fabrique un turismo es “remota”. Pese a todo ello, la patronal del sector Anfac, emitió ayer un comunicado en el que apela a los sindicatos a sumarse a un pacto que considera “imprescindible”.