Del Renacimiento al Neoclasicismo

En 1755, un terremoto devastó la capital portuguesa. El seísmo afectó a gran parte del caserío de Sevilla, es más, casi todas las torres de la ciudad se cayeron, excepto una, la Giralda. Cuenta la leyenda que fueron las santas patronas Justa y Rufina las que sostuvieron la torre en el aire para que no se destruyera. Esta es una de las muchas curiosidades que se esconden entre los pasillos del Ayuntamiento de la capital y que desde hoy podrán descubrir turistas y sevillanos a través de las visitas guiadas organizadas por el Consistorio.

Diseñado por el arquitecto Diego de Riaño, el edificio comenzó a construirse en 1526 por deseo del rey Carlos V y se convirtió en el primer inmueble renacentista de la ciudad. “En el siglo XIX, con la desamortización del convento de San Francisco, se comienza a construir la otra parte del edificio con un claro estilo neoclásico”, apunta Francisco Fernández, coordinador del servicio de visitas del Ayuntamiento.

La historia del terremoto de Lisboa queda reflejada en el cuadro Santas Justa y Rufina, un óleo de Juan de Espinal que decora la que fue en su día la Sala Capitular baja, una de las primeras paradas de la actividad. “En este espacio tenía lugar los plenos, se utilizaba en verano porque era más fresco que la sala de arriba, que se ocupaba en invierno”, comenta Sara Mandonado, guía de la visita. “En este espacio, había unos tapices que recordaban la hazaña de Carlos V en la batalla de Túnez. Los tapices desaparecieron”, apunta Fernández, quien asegura que cada rinción del edificio guarda un sifín de detalles "matemáticamente imposibles" de enumerar.

El edificio alberga una copia del Tesoro de Carambolo, que reúne un conjunto de piezas cuya procedencia se debate entre la época tartesa y la fenicia

Para esta actividad, el Ayuntamiento ha llevado a cabo un proceso de musealización —carteles informativos, audioguías en siete idiomas y pantallas táctiles, entre otras actuaciones— que ha contado con un presupuesto de 15.000 euros, una transformación con el obejtivo de dar a conocer el “rico” patrimonio que alberga. Entre sus principales obras, se encuentran el Tríptico del Maestro de la Mendicidad (1525), La procesión de Santa Clara y La derrota de los sarraceros (ambos de Juan de Valdés Leal, 1652-1653). Como curiosidad, el edificio alberga una copia del Tesoro de Carambolo, que reúne un conjunto de piezas cuya procedencia se debate entre la época tartesa y la fenicia. “Creemos que es un plus para la visita, algo que la mayoría de sevillanos desconoce”, apunta Fernández, quien afirma que se va a apostar por la participación e interacción con los visitantes.

En cuanto a las dependencias, los visitantes podrán conocer la antigua biblioteca del Consistorio, actual sala de audiencias donde el alcalde recibe a diferentes personalidades; el salón de plenos, que alberga los retratos de la familia Borbón, desde Felipe V hasta Juan Carlos I; y el que en su día fue el comedor de gala y ahora es la bautizada sala de Montpensier por la colección de cuadros que alberga. “Los lienzos, que pertenecían al duque Antonio María de Orleans, fueron cedidos a la ciudad por sus herederos”, señala Fernández, que apunta que la sala cuenta con 51 óleos.

La Casa Consistorial abrirá sus puertas como museo de lunes a jueves en horario de 16.30 a 19.30 y los sábados, a las 10.00 horas. Las visitas, limitadas a grupos de 45 personas, tienen un precio de cuatro euros para los ciudadanos que no estén empadronados en la ciudad. "Visitar el Ayuntamiento es visitar un museo vivo", apunta Fernández.