La Cabalgata de los Reyes antropológicos

Tras un 2012 de recortes, en 2013 los madrileños se quedaron definitivamente sin inocencia. Porque La inocencia fue el abstracto tema de la cabalgata de despedida de Alberto Ruiz Gallardón como alcalde; este año, el primero de Ana Botella en el cargo, ya se ha anunciado que el desfile de los Reyes Magos será otra cosa. Principalmente representará “una clara recuperación del sentido antropológico de la Epifanía”.

¿En qué se materializa este cambio? Por ejemplo, en que en lugar de teatro callejero de contenido ideológicamente neutro, este año habrá un espectáculo dedicado a el Ángel de la Anunciación que explicará cómo “el Ángel del Señor anunció a la Virgen María su misión de ser la ‘madre’ del Salvador”.

Estos y otros detalles los ofreció ayer el Ayuntamiento en la presentación del recorrido y la composición del desfile que, como de costumbre, saldrá de Nuevos Ministerios. El delegado de Las Artes del Ayuntamiento, Fernando Villalonga, mostró las carrozas en la Casa de Campo y explicó que el evento pasa de costar 814.141 euros a 719.400. Las carrozas recuperan un diseño más tradicional después de que Esperanza Aguirre llegara a decir que la cosa parecía un carnaval en los últimos tiempos, cuando la cabalgata se dedicó a conceptos tan difíciles de materializar en papel maché como La naturaleza, el agua y el planeta (2009) y el Encuentro de las culturas por la paz (2010). Una parte importante de las carrozas serán patrocinadas por marcas (por ejemplo, productoras cinematográficas o centros comerciales) y estarán decoradas siguiendo el tema de obras infantiles como El cascanueces o El Mago de Oz.

Otra de las novedades del año es que los pajes no solo repartirán saludos y una tonelada de caramelos sin gluten. Los niños que acudan a ver pasar las carrozas podrán llevarse a casa también uno de los 20.000 pequeños libros que ceden varias editoriales. Serán 10.000 ejemplares de Los tres cerditos y otros tantos de La cigarra y la hormiga, dos historias edificantes sobre el valor del ladrillo y de la austeridad.

Los cuentos serán lanzados desde las carrozas o entregados en el recorrido por una veintena de voluntarios con ponchos relativos a La bella durmiente, Pinocho o La princesa y el guisante. En la cabeza llevarán una chistera con una bombilla, representando “la unión de la fantasía y las grandes ideas”.

En una celebración de la diversidad, coros infantiles cantarán en el escenario de Cibeles villancicos en gallego, catalán, euskera y castellano, además de canciones navideñas en latín y de países como Suecia y Uruguay, entre otros.

El acto terminará pasadas las 20.30 con un mensaje de los Reyes Magos y un espectáculo de pirotecnia acompañado por composiciones de Johann Sebastian Bach. La inocencia puede que se fuera, pero a ver quién puede decir algo contra Bach.