Juegos, teatro y Sol
El actor, que vuelve a demostrar sus dotes en la dirección teatral con ‘La tempestad’, se confiesa un apasionado de los juegos de rol, de la Casa de Campo y de la comida italiana
1. Casa de Campo. Cuando de niño vivía en la colonia Lourdes, afincada en el barrio de Batán, llamábamos el campinia este gran pulmón de Madrid que es también el sitio de mi recreo desde niño. En sus paisajes jugué, me enamoré, gamberreé y viví muchas experiencias por primera vez. Recomiendo el paseo matinal por la zona de la Casa de Vacas, el cerro de Garabitas, la fuente del Zarzón y el puente de las Garrapatas.
2. Liceo Francés de Madrid. Es un pequeño pueblo de cerca de 4.000 habitantes de edades comprendidas entre los 2 y los 18 años. Allí descubrí una de mis pasiones, el rugby (plaza del Liceo, 1).
3. Picnic. Es un café bar ideal para tomar algo en un ambiente retro con mucha clase y acompañado de la música de los hermanos Adrián y Xöel López. Los martes en la planta baja se juega a Los Hombres Lobo de Castronegro, un juego de rol sencillo que reúne de 10 a 20 personas entre las que se esconden de dos a cuatro lobos a los que hay que eliminar (Minas, 1).
4. Restaurante Ouh... Babbo! Es el italiano donde se puede degustar la mejor burrata y el tartufo que se prepara en Madrid. Los jueves no se pueden perder la Piccolissima serenata cantada por el doctor Squarcia (Caños del Peral, 2).
5. Estudio del actor Juan Carlos Corazza. Es un refugio donde recalo a menudo, donde curo mis heridas y donde me recuerdan, cuando más falta me hace, por qué decidí ser actor (Colomer, 7).
Un madrileño de Batán
Sergio Peris Mencheta (Madrid, 1975) es un prolífico actor y director teatral que creció en el barrio de Batán. El 20 de diciembre estrena la adaptación de la obra de Shakespeare La Tempestad en las naves del Matadero.
6. Generación X. Es la catedral de los juegos de mesa en la capital. Tiene dos ubicaciones —una en la calle de Galileo—, pero la nave nodriza está en Malasaña. Un maravilloso antro donde Isma, Héctor y Bandi te embriagan con el placer de sentarte con amigos alrededor de un tablero… Mi vicio inconfesable… (Puebla, 15).
7. Plaza de la Paja. En sus aledaños nació y creció don Jacinto Barrio Capilla, el padre de mi madre. Y cerca de allí ha nacido y crecerá mi hijo. Cada uno de sus inspiradores rincones encierra una batallita del abuelo y prepara una aventura para el recién llegado. Los restaurantes como La Musa, el Estragón y, sobre todo, el Naïa, ofrecen a diario un menú exquisito y nada escaso a precios populares.
8. Sala de teatro Kubik Fabrik. En pleno corazón de Usera brilla un invento del pequeño de los Sánchez-Cabezudo (familia de talentos) lleno de coraje y amor por el teatro. Inspirado en el modelo de Arianne Mnouchkine y de Peter Brook, Fernando nada a contracorriente y se aleja del centro. Lo están queriendo cerrar pero se ha puesto en marcha una campaña de crowfunding para apoyar su continuidad (Primitiva Gañán, 5).
9. El Matadero. Últimamente este centro es mi segunda casa. Un espacio de creación y exhibición único en Madrid, a la vanguardia de las artes escénicas, lleno de profesionales maravillosos y que por desgracia están siendo víctimas de un ERE. Allí tuve la suerte de exhibir Incrementum y Un trozo invisible de este mundo. Ahora desembarcamos con Tempestad.
10. La Puerta del Sol. Epicentro de Madrid y sus gentes; altavoz antisistema. Símbolo del “todos para uno y uno para todos”. Y necesario cuarto chacra de este país en ruinas.
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