Paros en el transporte por tierra y aire

Unos protestan contra despidos y otros contra recortes, pero todos coinciden esta semana. Los trabajadores de Metro y EMT retoman los paros parciales que iniciaron en septiembre contra la eliminación de la paga extraordinaria prevista para todos los empleados públicos. En el caso del suburbano, el primer día convocado será el jueves 13. Los autobuses pararán el viernes 14, cuando desplazarse desde Madrid y dentro de la región se hará aún más complicado, porque estas protestas coinciden con una huelga prevista en Iberia y otra en Renfe.

Metro y EMT comenzaron en septiembre los paros contra varias medidas que afectan a la plantilla. La principal es la recogida en el decreto de recortes de julio aprobado por el Ejecutivo de Mariano Rajoy, que elimina la paga extraordinaria de diciembre de todos los empleados públicos. Y protestan además por una reducción de las percepciones durante las bajas laborales, una medida que aprobó primero la Comunidad de Madrid y después el Estado.

En Metro, los sindicatos han convocado 12 jornadas de paros parciales de dos y tres horas los días 13 y 14 de diciembre y del 21 al 31, excluido el día de Navidad. En la EMT, hay previstos paros parciales de dos horas los días 14, 17 y 21 de diciembre. Aún no se han negociado los servicios mínimos. Los sindicatos auguran que no habrá acuerdo y las empresas prevén cerrarlo antes de que empiecen las protestas. En las jornadas previas convocadas en septiembre y octubre, se aplicó una reducción de trenes que suponía un servicio del 40% en turnos de mañana y sobre el 30% por la tarde. En EMT, el servicio supuso el 40% del dispositivo habitual en las líneas que coinciden en recorrido con el suburbano y un 50% en las que no.

Las centrales de Metro piden un acuerdo similar al que acaban de alcanzar los trabajadores del transporte público de Barcelona tras seis días de huelga en el suburbano y 22 en los autobuses. La TMB (Transportes Metropolitanos de Barcelona, empresa pública que gestionan los Ayuntamientos del área metropolitana) ha buscado alternativas para que sus trabajadores (unos 7.000) no pierdan dinero. En Metro, tras cerrar un acuerdo con todo el comité de empresa, la fórmula es “flexibilizar el periodo de vacaciones”, según un portavoz de la compañía. En lugar de fijar los descansos en verano, la plantilla se compromete a repartirlos a lo largo del año a cambio de un complemento salarial que coincide con lo que han perdido de la paga extraordinaria. En los autobuses, el acuerdo que han ratificado tres de las siete centrales sindicales supone retrasar el cobro de la paga extraordinaria a 2013, como ha hecho el Gobierno de Navarra.

La Consejería de Transportes e Infraestructuras de Madrid ha difundido un informe en el que calcula las pérdidas derivadas de los paros de Metro en 2012, incluidas las dos huelgas generales, los paros propios de septiembre y octubre y los 12 días previstos en diciembre: casi 5,5 millones de euros. En el cálculo incluyen lo que dejan de ingresar por billetes no vendidos (solo en diciembre estiman 1,4 millones de viajeros menos), pero no lo que ahorran por el descuento de los sueldos de los huelguistas.

El informe, elaborado por Metro de Madrid, destaca que “toda la Comunidad de Madrid sufrirá las consecuencias de los próximos paros” porque diciembre “es un mes muy importante para la región desde varios puntos de vista”. En el ámbito del turismo, señala que el pasado diciembre de 2011 hubo casi 820.000 visitantes en hoteles que generaron un gasto de casi 672 millones de euros. Respecto a la actividad comercial, calculan que en Madrid se verán afectados 40.000 establecimientos que concentran en la campaña de Navidad “entre el 18 y el 25% de las ventas anuales”. El consejero de Presidencia, Salvador Victoria, criticó el pasado jueves los “perjuicios” a la ciudadanía y a los sectores citados, que consideró que “no son permisibles”.