Encapuchados queman los testículos a un narco del ‘caso Nécora’
La víctima aseguró en el juicio por la 'caso Nécora', por el que fue condenado a 13 años, que fue funcionario del Departamento de Estado norteamericano
El equipo de investigación de la Guardia Civil confirmó que trabaja sobre la hipótesis de un ajuste de cuentas del narcotráfico para esclarecer el violento incidente ocurrido la madrugada del pasado miércoles en Tremoedo (Vilanova de Arousa), cuando tres hombres encapuchados entraron en el chalé del histórico traficante Luciano Núñez Villanueva mientras dormía.
Los asaltantes le maniataron y le rociaron con algún líquido inflamable, provocándole quemaduras de consideración en diversas partes del cuerpo, principalmente en los testículos. Al grito de socorro acudieron varios vecinos que llamaron a una ambulancia en la que fue trasladado al hospital de O Salnés.
Apodado Chano y Lucky Luciano, Núñez Villanueva, de 67 años, ya fue interrogado por la Guardia Civil pero descartó el móvil que manejan los investigadores: que los asaltantes le reclamaban una deuda por asuntos relacionados con el tráfico de drogas. Núñez aseguró que los encapuchados, a los que no pudo identificar, iban a robarle y que, como no lograron su propósito, le agredieron y luego huyeron. Aunque en los últimos años, aparentemente, había cambiado el negocio de los estupefacientes por la cosecha de albariño, lo cierto es que la policía no ha dejado de rastrear a Núñez Villanueva, que se ha visto envuelto en varias investigaciones.
Comidas a presidentes
Propietario de las bodegas Núñez Andión, Chano cumplió una de las condenas más largas impuestas por el tribunal de la Operación Nécora —13 años de cárcel— por ser uno de los alumnos que salió de la amplia cantera del clan de Los Charlines. El arrepentido Manuel Fernández Padín, que también estuvo dentro de la organización, fue su principal testigo de cargo.
La declaración que hizo Luciano Núñez para defenderse fue una de las más sonadas del macrojuicio. Apelando a su buena conducta, dijo que fue funcionario del Departamento de Estado norteamericano y que sirvió comidas a los presidentes Gerald Ford y Jimmy Carter, además de a Saddam Hussein, cuando era presidente de Irak, a Menahem Begin, entonces primer ministro israelí, al sha de Persia y al emperador de Japón. Sobre el hallazgo en su coche de una emisora de radio sintonizada con la de un Volvo que transportaba 1.300 kilos de hachís, Núñez dijo que había sido manipulada por la policía.
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