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Pena de 17 años para un guardia civil que asesinó a su esposa en Utiel

El jurado declaró culpable al procesado, que mató a la mujer de 14 disparos

La Audiencia de Valencia ha condenado a 17 años de prisión a un guardia civil por el asesinato de su esposa el 7 de septiembre de 2009 en su domicilio de la localidad de Utiel. Según informa el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, el guardia civil también ha sido condenado al pago de una indemnización de 112.000 euros.

El pasado 22 de noviembre un jurado popular declaró culpable de asesinato al guardia civil acusado de asesinar de 14 disparos con su arma reglamentaria a su mujer, de 30 años de edad.

La declaración de culpabilidad de J.A.C.C., de 42 años, se produjo por unanimidad de los miembros del jurado y con el agravante de parentesco.

El Ministerio Público había solicitado una pena de 19 años de prisión, además de una indemnización de 60.000 euros para los padres de la víctima.

El fallo impone al condenado la privación del derecho a residir en Utiel y la prohibición de aproximarse a menos de mil metros de los padres y hermano de la víctima, así como la de comunicarse con ellos por cualquier medio, por un tiempo de veintisiete años.

La sentencia señala que esta privación y prohibiciones se cumplirán por el condenado de forma simultánea a la pena de prisión impuesta.

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El crimen tuvo lugar el 7 de septiembre de 2009 en Utiel (Valencia), cuando la víctima se disponía a acudir a la viña para ayudar a su madre. El acusado, con quien la mujer mantenía una relación conyugal deteriorada hasta el punto de que ella consultó a un abogado su posible separación, discutió con ésta y la obligó a regresar a casa.

La chica, de 30 años y que trabajaba en dos fruterías del centro del pueblo, se encerró en la vivienda pero su marido logró echar abajo la puerta y acceder al domicilio. En un momento dado, el hombre cogió su arma reglamentaria, la cargó, se dirigió al salón, donde se encontraba su pareja sentada en un sofá, y disparó sobre ella.

Tras el suceso, el agente confesó su crimen y se entregó a los compañeros del puesto del Instituto Armado de la población, que celebraba estos días sus fiestas patronales.

Un equipo del SAMU acudió al lugar de los hechos para tratar de reanimar a la mujer pero tan sólo pudo certificar su muerte, debida a las graves heridas que le provocaron los impactos de bala.

En el momento de los hechos, el agente estaba en activo aunque había permanecido una temporada de baja médica.

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