El acusado de apuñalar y matar a un joven dice que “solo quería asustarlo”

El hombre de 40 años acusado de matar de una puñalada en Benidorm (Alicante) a un joven de 25 al poco de la final de la Copa del Rey de 2011, Barcelona-Real Madrid (0-1), ha aducido que iba "muy bebido" y que no tenía intención de clavar el cuchillo sino que lo quería usar para ahuyentar a la víctima.

La primera sesión del juicio con jurado se ha celebrado en la Audiencia de Alicante este lunes, y tanto el fiscal como las dos acusaciones de cada uno de los padres demandan 18 años de prisión por asesinato mientras que la defensa pide que sea eximido por consumo de alcohol o que, como máximo, sea un homicidio con la atenuante de embriaguez y arrebato.

A preguntas de Efe, la madre de la víctima ha explicado tras la vista que su hijo, aficionado del FC Barcelona, fue apuñalado mortalmente después de que dijera "Visca Barca" y de que se produjera una discusión con el procesado, Salvador G.S., seguidor madridista.

Sin embargo, éste último ha asegurado al tribunal que no hubo ninguna pelea sobre fútbol e, incluso, ha afirmado que no sabe sobre este deporte.

Ha relatado que está casado y con tres hijos, y que en ese momento estaba en paro, tenía problemas de alcoholismo y que ese día, antes y después del partido de fútbol, que siguió en un bar junto a su mujer, bebió "muchas" cervezas durante ocho horas.

Además, ha sostenido que el apuñalamiento fue en un forcejeo y que se percató de que había herido al joven cuando el acompañante de éste lo exclamó, aunque en ese momento "no sabía que iba a ser tan grave sino que pensaba que era sólo un corte" porque "iba bebido".

Los hechos ocurrieron sobre las 4.45 horas del 21 de abril de 2011 en la calle benidormí Tomás Ortuño, donde estaba la víctima, vecino de Pedreguer, con un amigo y hubo una discusión en torno al partido de Copa que acabó con una incisión de 20 centímetros de profundidad en el abdomen izquierdo a P.A.F.V. quien murió en minutos desangrado.

Según la versión del acusado, acababa de bajar a por tabaco cuando, sin motivo alguno, la víctima y su amigo le golpearon, humillaron y le amenazaron de muerte antes de que pidiera escapar al portal de su casa.

A continuación, ha señalado, subió y bajó de nuevo con el cuchillo de cocina visible para ahuyentarles de las inmediaciones ya que temía por su hija, que aún debía de llegar al domicilio porque había salido de fiesta.

Ha continuado que, no obstante, en un momento dado la víctima le cogió del cuello con violencia y que, en un acto reflejo, le apuñaló sin darse cuenta al tratarse de desasirse.

En cambio, para el fiscal y las dos acusaciones particulares hubo una discusión tras la cual el procesado, de menor corpulencia que los jóvenes, subió a su casa para coger el cuchillo con el ánimo de matar, ya que lo ocultó al bajar y lo clavó sin dar posibilidad de defensa.

Tanto la abogada de la madre como el del padre han pedido al jurado que hagan "justicia" con "la pena máxima" porque creen que este hombre era "plenamente consciente" de lo que hacía, como en su opinión refleja que tras el crimen lavara el arma y sus ropas y se acostara como si no hubiera ocurrido nada.

También han puesto de relieve que no tuvo arrepentimiento y que sólo confesó cuando fue reconocido por un testigo.