Botella: “No tengo miedo a la verdad, quiero llegar a las últimas consecuencias”

La alcaldesa de Madrid, Ana Botella (Partido Popular), ha explicado esta mañana en una comparecencia sin preguntas las conclusiones de la investigación interna del caso Madrid Arena, que se reducen a un mero relato pormenorizado de las actuaciones municipales antes y después de la tragedia, sin asunción de responsabilidades o medidas concretas para evitar que se puedan repetir sucesos similares.

El informe ha sido elaborado bajo la supervisión de la delegada de Hacienda, Concepción Dancausa. Fue anunciado por el vicealcalde, Miguel Ángel Villanueva, a la mañana siguiente de la tragedia, y se ha dado a conocer un día antes de que se constituya la comisión de investigación política, en la que sí participará la oposición municipal.

Además, estas conclusiones serán comunicadas al Juzgado de Instrucción 51 de Madrid, encargado de la investigación. El magistrado imputó el miércoles al edil Pedro Calvo (PP), que dimitió de inmediato como delegado de Economía y portavoz municipal aunque conserva el acta de concejal.

La alcaldesa ha comparecido esta mañana en el Palacio de Cibeles sin admitir preguntas de los periodistas, y ha cancelado además la rueda de prensa que se celebra siempre después de la Junta de Gobierno municipal de los jueves, en la que daba la cara ella casi siempre y, en su defecto, el vicealcalde.

En su discurso, Ana Botella ha explicado que el informe, "pormenorizado y riguroso", ha sido revisado por los miembros del Gobierno municipal y supervisado por el equipo jurídico del Ayuntamiento. Se ha guiado, según la alcaldesa, por "tres principios muy claros".

Primero, "apoyar siempre a las víctimas, que son lo más importante; eso significa dotar medidas parar que no vuelva a suceder una tragedia así". Botella había prohibido ya que se celebren conciertos y fiestas en recintos municipales en los que el público esté de pie. Además, había cerrado dos instalaciones para solventar fallos de seguridad detectados en octubre.

Sin embargo, no se han subsanado aún las deficiencias de seguridad detectada en el Madrid Arena en 2010 por los técnicos municipales; y el cierre del Palacio Municipal de Congresos y del Palacio de Cristal de la Casa de Campo se llevó a cabo solo después de la tragedia, y tras haber albergado eventos públicos sin que se hubieran solventado los fallos detectados en octubre.

"No tenemos miedo a la verdad, y yo más que nadie quiero llegar hasta las últimas consecuencias y esclarecer todos los hechos, actuando con la máxima transparencia", ha dicho la alcaldesa, haciendo suyas así la exigencia de responsables políticos y judiciales en las últimas semanas, entre ellos el presidente regional, Ignacio González, con el que ha mantenido un enfrentamiento político por este y otros motivos.

El tercer principio, según Botella, ha sido el respeto a la presunción de inocencia, en referencia a Pedro Calvo, a quien ha "agradecido y elogiado públicamente el generoso gesto de asunción de responsabilidad política al dimitir". "Deseo que el concejal vea cuanto antes levantada la imputación", ha asegurado la alcaldesa.

"Le he pedido que mantenga el acta porque una imputación no debe significar condena previa, y no es un prejuicio de acusación sino una garantía [de defensa]", ha añadido, recitando casi textualmente el argumento que dio el miércoles el exalcalde y ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, en defensa de Calvo, uno de sus hombres fuertes tanto en la Asamblea regional (1995-2003) como en el Ayuntamiento de la capital (2003-2011).

"Con esos tres principios como norte hemos elaborado el informe con más máxima celeridad. He aceptado la dimisión [de Calvo], hemos aceptado la comisión de investigación [exigida por el líder municipal socialista, Jaime Lissavetzky], y hemos acelerado todos los trámites para que mañana se constituya y pueda realizar sus trabajos cuanto antes", ha concluido Botella. "El mejor tributo a las víctimas es asegurar que no se repita. Ese es mi compromiso".