El PSdeG prevé elegir en primavera a la dirección que tomará el relevo

Los socialistas gallegos mantendrán durante unos meses hibernada la crisis abierta tras su desastre en las elecciones autonómicas del pasado 21 de octubre, en las que perdieron 10 puntos porcentuales y siete diputados en el Parlamento autónomo. Algunos sectores del PSdeG-PSOE exigían la salida inmediata del secretario general y fracasado candidato a la Xunta, Pachi Vázquez, pero el comité nacional del partido, máximo órgano entre congresos, reunido ayer por primera vez tras los comicios, evitó entrar en el debate. Pese a que no faltaron duras críticas, los dirigentes del partido tampoco pusieron impedimentos al plan presentado por la dirección, que en la práctica supone dejar para la próxima primavera el congreso que elegirá una nueva dirección.

En la intervención que abrió el comité nacional, Pachi Vázquez aseguró que no pretende ser un “problema para el cambio” que, según el diagnóstico general, compartido más allá de otras diferencias políticas, precisa con urgencia el partido. Pero al mismo tiempo que exponía su disposición a dejar el cargo, Vázquez defendió que el nuevo liderazgo y la reconsideración del proyecto deben ser la consecuencia de un “debate sosegado”. “No se pueden dar martillazos a la carrocería de este partido”, afirmó Vázquez, quien no rehuyó la autocrítica, muy dura incluso por momentos, aunque al mismo tiempo trató de ennmarcar el descalabro del pasado 21-0 en la crisis general del PSOE en toda España. Incluso admitió que el partido liderado por Alfredo Pérez Rubalcaba tiene un problema de “credibilidad” ya que en determinados momentos ha cometido “infidelidad” con su electorado.

José Blanco pide un liderazgo fuerte que “trascienda lo orgánico”

También el exvicesecretario general del PSOE José Blanco intervino para pedir que la discusión interna no dañe a la organización y rebelarse contra la idea de que a los socialistas les “espera una larga travesía del desierto”. Blanco se afanó por insuflar un cierto optimismo a una organización postrada por la debacle electoral y los conflictos inernos, y abogó por un proyecto que reúna “a todos los progresistas” con un “liderazgo que trascienda lo orgánico para proyectarse en la sociedad”. El discurso del exministro de Fomento dejó clara su intención de jugar un papel en el diseño de futuro del PSdeG. Por un lado, defendió la idea de que el congreso “debe celebrarse cuanto antes” pero al mismo tiempo explicó que previamente se necesitar madurar un proyecto para estar “en condiciones de empezar a responder a los desafíos del país”. “Cadía se dan pasos hacia una sociedad más desigual. Como partido no podemos limitarnos a combatirlo, tenemos que proponer un modelo global alternativo”, proclamó Blanco

La reunión se prolongó durante todo el día. Comenzó a las 10,30 de la mañana y no finalizó hasta la noche ya que se formularon 122 peticiones de palabra. Hubo, como era previsible, críticas muy duras a Vázquez, como las del exportavoz parlamentario socialista Ismael Rego, quien alertó de la sangría de votantes hacia Alternativa Galega de Esquerda. “No hemos tocado fondo”, sentenció Rego, en su tiempo uno de los socialistas más identificados con el expresidente de la Xunta Emilio Pérez Touriño. El diputado lucense se sumó a las voces que exigen la marcha inmediata de Vázquez, a quien llegó a espetar: “Si no quiere ser un problema, lo que tiene que hacer es marcharse”.

Hubo más intervenciones en la misma línea de Rego, aunque finalmente las voces que exigían la dimisión inmediata del secretario general y su relevo por una comisión gestora no fueron mayoritarias, según asistentes a la reunión. El calendario para el próximo congreso se decidirá en un comité nacional convocado con ese fin el próximo enero. Dados los plazos habituales, dirigentes del partido calculan que el relevo podría concretarse en torno a mayo de 2013.