El Saler recupera su horizonte

La playa de El Saler recuperó este jueves su horizonte. Los paseantes que recorrían al calor del sol sus dunas han podido de nuevo contemplar la limpia curvatura del Mediterráneo con barcos recortados allí donde el agua se funde con el cielo y no con los gigantes de hierro varados a escasos metros de la orilla, la que ha sido la estampa presenciada durante más de un mes. El temporal de viento y lluvias que azotó las costas valencianas el pasado 28 de septiembre se saldó a la mañana siguiente con dos buques mercantes encallados a menos de un centenar de metros de la orilla, el Celia y el Sunrise. Y su presencia originó un incesante peregrinaje de ciudadanos que, con la misma curiosidad que si de dos sirenas se tratase, acudían a El Saler para contemplar tan fantasmal visión. Todo eso se acabó ayer.

Durante la madrugada de este jueves, dos remolcadores lograron desencallar el buque Sunrise, que quedó atrapado con 130 toneladas de acero y 120 de gas a bordo, apenas una semana después de que los intentos efectuados para sacar a mar abierto el Celia dieran sus frutos el 25 de octubre.

Dos remolcadores logran rescatar

Las labores para reflotar el último mercante encallado comenzaron este miércoles por la tarde sobres las cinco de la tarde con dos remolcadores. Ambos barcos estuvieron trabajando durante toda la tarde noche y sobre las tres de la mañana de este jueves lograron reflotarlo, al aprovechar las corrientes marinas. El mayor problema que se encontraron es que el casco del buque se había solidificado con la arena fangosa donde quedó embarrancado, apuntaron desde Salvamento Marítimo.

Durante la tarde los dos remolcadores tiraron de ambos lados del mercante “para deshacer esa especie de cemento”. Finalmente, lograron desligar el barco de la arena fangosa y pudieron tirar de la proa para reflotarlo.

La presencia de los dos buques durante este último mes ha tenido graves consecuencias para la playa de El Saler, que además de por los efectos del temporal se ha visto afectada por los trabajos de dragado en las tareas de rescate. Aún no hay un balance sobre los efectos en las praderas de Posidonia oceanica ni sobre el cercano fondeadero romano. Además, los daños en las dunas de la playa, ocasionados por los visitantes que las han pisoteado sin respetar los caminos habilitados, han sido evaluados por la Oficina Técnica de Devesa-Albufera en 56.000 euros.