El anticatalanismo del PP se queda viejo y el PSPV pisa el charco de los sueldos
La oposición acusa a los populares de intentar encubrir los problemas con polémicas identitarias
El resorte anticatalanista tiene la pólvora mojada. Lo comprobó ayer el nuevo portavoz del PP en las Cortes Valencianas, Jorge Bellver, que se encontró polemizando sobre las señas de identidad y la lengua catalana, no con la portavoz Marga Sanz sino con la diputada de Esquerra Unida Marina Albiol, a la que acabó elogiando su valentía porque ni Compromís ni el PSPV-PSOE entraron al trapo de su polémica. Albiol defendió aguerridamente que el valenciano es la forma que tenemos los valencianos de denominar la misma lengua que se habla en Cataluña y retó a Bellver a afirmar lo contrario. El portavoz del PP no llegó a hacerlo, y se conformó con aprobar solo con los votos de su grupo una proposición no de ley que pide “el máximo respeto” por el valenciano frente a un acuerdo de hace meses del Parlamento de Cataluña sobre la enseñanza de la lengua catalana en el País Valenciano y en Baleares.
Nadie, ni Marina Albiol, defendió el acuerdo del Parlamento de Cataluña, que se inmiscuye en asuntos ajenos, pero todos acusaron al PP de recurrir a polémicas ya superadas, de hace varias décadas, para camuflar sus graves problemas políticos, de corrupción y hasta demoscópicos. Tras diversas alusiones a la senyera, el valenciano y la identidad, Bellver acabó asegurando que “los delirios nacionalistas han dejado de ser una fantasía, se están convirtiendo en una amenaza”.
“No nos venga con historias completamente superadas”, le respondió Enric Morera, de Compromís, quien señaló que la identidad valenciana ha de basarse en la unidad y en la honradez, el trabajo y la ética pública, algo de lo que no pueden presumir el PP ni, hoy por hoy, la propia Comunidad Valenciana. Morera explicó que en un mundo global la identidad es algo “muy diverso” y acusó al PP de hacer “un espantoso ridículo” buscando dividir y no intentando solucionar los problemas de los valencianos.
“Es una iniciativa cutre”, señaló el diputado socialista Francesc Signes, que recordó una frase de Rajoy acusando al presidente catalán, Artur Mas, de “buscar enemigos externos en lugar de asumir su responsabilidad”. El parlamentario atribuyó al PP valenciano precisamente esa actitud y, como el resto de la oposición, recordó los graves problemas de recortes, impagos y corrupción que afectan a la política de la Generalitat. “La Comunidad Valenciana está en llamas y ustedes, como Nerón, tocando el arpa”, acusó a los populares. Al final, los socialistas se negaron a participar en la votación, Compromís y Esquerra Unida votaron en contra y el PP sacó adelante en solitario su proposición no de ley.
La otra cara de la moneda, o una prolongación de lo mismo, según se mire, la deparó el debate de una propuesta socialista para limitar los sueldos de los cargos públicos de forma que no superen en ningún caso lo que cobra el presidente de la Generalitat. Rafael Rubio, del PSPV-PSOE, recordó que el Consell se ha comprometido a ello e intentó curarse en salud señalando que no se trata de hablar de cuánto ha de cobrar el presidente y el resto sino de fijar una referencia “en la cúspide”. Pero la inclusión de funcionarios en altos cargos de responsabilidad en su propuesta, y además la extensión de la iniciativa al Gobierno central para que se aplique a sus empleados públicos, dio pie a que Mónica Oltra, de Compromís, se desmarcara. “Fabra todavía cobra demasiado para lo que hace”, dijo la diputada, que añadió que la propuesta socialista alimentaba “el imaginario de María Dolores de Cospedal o Esperanza Aguirre”, a las que había aludido Rubio precisamente para rechazar sus posiciones. Oltra coincidió con José María Olano, del PP, en que la propuesta no podía afectar a funcionarios. De hecho, Marí cargó contra los socialistas y citó a inspectores de Hacienda o de Trabajo, a Abogados del Estado e incluso a tenientes coroneles del Ejército, exagerando lo que realmente cobran, como empleados públicos por encima del nivel de Alberto Fabra. “Es una metedura de pata monumental”, afirmó. Aunque Ignacio Blanco, de Esquerra Unida, apoyó la iniciativa socialista porque si los políticos “viven como ricos” acaban legislando “como ricos”, el PSPV se encontró con el voto en contra del PP y de Compromís a un tiempo.
Rubio, de todas maneras, no desaprovechó la oportunidad de recriminar al PP su hipocresía y oscurantismo, ya que, tal como informó ayer el diario Levante, los diputados populares se reparten sobresueldos procedentes de las asignaciones de las Cortes a los grupos con los que elevan sustancialmente sus salarios oficiales.
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