Madrid discute ser más ciudadano
La plataforma Piensa Madrid debate el futuro de la ciudad y los cambios que ha sufrido en unos últimos años protagonizados por las protestas y la crisis
“Es el mejor momento para discutir el futuro de esta ciudad. Los cambios que estamos viviendo lo piden: no solo por la crisis económica, también por la respuesta social”. De este modo, Ariadna Cantis, arquitecta y codirectora junto a Andrés Jaque de la plataforma Piensa Madrid, presentó ayer el título de la discusión de este año: Madrid ahora; y lo que podría llegar a ser. La quinta edición de la iniciativa nacida en 2007 se centrará en redirigir el urbanismo de la capital al compás del cambio social, cultural y económico.
Arquitectos, urbanistas, vecinos, artistas y productores culturales discutieron en el patio de La Casa Encendida el futuro de la ciudad, sus deficiencias y sus múltiples posibilidades en un maratón de intervenciones de ocho minutos, sin pausas: desde las cinco de la tarde hasta las diez de la noche.
La arquitectura es un reflejo de la sociedad; con la crisis se reinventa y deja de ser ostentosa para aprovechar recursos más económicos y sostenibles. Las protestas ahora forman parte de la ciudad y por tanto de su urbanismo. Estas dos ideas fueron parte de la esencia de esta quinta edición de Piensa Madrid, que discurrió entre la ocupación y recuperación del espacio público, pasando por la autogestión y terminando por rechazar la idea de que las Administraciones públicas van a solucionar los problemas de los ciudadanos. “Las Administraciones no nos van a sacar de la crisis, lo hará la creatividad de los españoles”, aseguró José María Ezquiaga, codirector del Proyecto Estratégico Madrid Centro. Ezquiaga también habló de la necesidad de un nuevo Plan General de Ordenación Urbanística, ya que el último fue de 1997. “Es necesario cambiar el modelo de la ciudad y el modelo de gestión”, opinó. Jon Aguirre, arquitecto y miembro del grupo Paisaje Trasversal, fue más allá: “Tratamos de resolver los problemas con herramientas del pasado”.
“Madrid se merece que la pensemos, la discutamos, la escrutemos”, afirmó convencida Cantis frente a un refresco con hielo. Se pudo escapar unos minutos del debate para poder explicar con tranquilidad el nacimiento de la plataforma. “Hace cinco años nos dimos cuenta de que la capital crecía a una velocidad de vértigo y que nadie hablaba de ello”, recordó. Ese fue el motivo de que comenzaran a realizar estas reuniones que van más allá del propio urbanismo, que se mueven por motivos demográficos, culturales, sociales, económicos y políticos. De ahí que en los últimos años hayan aparecido lugares de trabajo colectivo (coworking) y espacios culturales alternativos como la Plaza de la Cebada.
El debate sobre la inclusión en la agenda colectiva de los madrileños fue el más aplaudido. Vecinos de Madrid expusieron sus opiniones y alabaron al 15-M por respectar las diferencias entre los ciudadanos. “La sociedad es un caleidoscopio; es decir: no hay una sola voz. La madurez democrática consiste en saber dialogar”, aseguró el urbanista José María Ezquiaga. Begoña Muragán, socióloga y profesora universitaria, también quiso mencionar las protestas: “Las calles son conexiones virtuales, campos de batalla, y la ciudad es un espacio común: es constructora de democracia”.
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