‘La Internacional’, en la Plaza de la Virgen

Los acordes de La Internacional sonaron ayer poco después del mediodía un poquito a la izquierda de la Basílica de la Mare de Déu. Una marea de banderas rojas ondeaba al ritmo de la música minutos antes de que un portavoz sindical proclamara un manifiesto pactado por la denominada Cumbre Social que se leyó en todas las grandes ciudades de España, incluidas Alicante y Castellón, para denunciar “las últimas medidas de recorte del Gobierno” y anunciar la organización conjunta de “la respuesta social necesaria para conseguir un cambio en profundidad de las políticas del Ejecutivo”.

Media docena de maletas ocupaban el corazón de la concentración. “Elena, enfermera, 23 años. Destino, Suecia”. “Francisco, ingeniero industrial, 26 años. Destino, Alemania”.

A un lado, una pancarta contra los recortes. Al otro, una pancarta anaranjada alusiva a la dramática situación de los posibles beneficiarios valencianos de la ley de dependencia.

Valencia acoge 1.287 manifestaciones

“La Generalitat tiene completamente paralizada la aplicación de la ley de dependencia”, denunció Jaume Esteban García, coordinador de la plataforma en defensa de la dependencia, “30.000 personas están a la espera de recibir la prestación con el derecho reconocido. Los recortes del Gobierno y los impagos de la Generalitat van a obligar a muchos dependientes a volver a sus hogares al cuidado de sus familias”, aseguró.

Francisco Molina, de CC OO, aseguró que “el Gobierno central está vendido a salvaguardar los intereses de las entidades financieras y las grandes corporaciones a costa de perder la cohesión social y los servicios esenciales de la ciudadanía”.

Molina añadió que “es el momento de que el Gobierno convoque un referéndum para legitimar las políticas que está aplicando y que no figuraban en el programa electoral del PP”.

Conrado Hernández, de UGT, apuntó que “los presupuestos del Estado para 2013 recortan la inversión y las prestaciones por desempleo y ello conlleva una recesión mayor, más desempleo y romper la cohesión social”.

Vicent Mauri, de Intersindical, apostilló que “los presupuestos van en contra de los trabajadores” y criticó que “los ciudadanos tengan que pagar una deuda, la de la banca, que no es nuestra”.

La ciudad de Valencia ha acogido en los nueve primeros meses del año 1.287 manifestaciones o concentraciones autorizadas, una media de casi cinco protestas al día, según datos recabados por Efe. La cifra arroja un aumento del número de manifestaciones del 90% respecto al mismo periodo del año anterior.