Rubalcaba lanza la campaña de Vázquez antes del debate

Pachi Vázquez inició el viernes la campaña l decidido a emprender un sprint de dos semanas. Los días previos a la pegada de carteles fueron planos, con la agenda del candidato aplastada por la Operación Pokémon. A la espera del debate que mañana le situará frente a Feijóo, y en esas plazas menores que se suelen elegir para los primeros días, el encargado de lanzar su candidatura es Alfredo Pérez Rubalcaba, instalado desde el viernes en Galicia para arropar al aspirante del PSdeG a la presidencia de la Xunta.

El secretario general del PSOE se presentó en Galicia el viernes para debutar con un mitin en el que abarrotó el auditorio de Silleda. Ayer pisó la primera ciudad del circuito electoral: Ferrol. Y antes, improvisó un encuentro con simpatizantes en Viveiro, similar al realizado la víspera en Vilalba. Su próxima cita en Galicia será el sábado próximo en A Coruña, para seguir después por Lugo, Vigo, Ourense y Santiago. La doble cita electoral, gallega y vasca, le obliga a repartirse, pero los dos únicos días que ha reservado en el País Vasco revelan la particular importancia que el PSOE le concede a las elecciones gallegas, planteadas como un plebiscito al Gobierno de Mariano Rajoy.

El candidato viaja a la Costa da Morte para denunciar el parón de la autovía

Pero entre una acometida y la siguiente contra al Gobierno central, encuentra Rubalcaba por dónde hincarle el diente a Feijóo. Y se lo puso en bandeja el galimatías de los supuestos contratos para la construcción de dos floteles para Pemex en astilleros gallegos. En Viveiro, el líder socialista le exigió al presidente de la Xunta que enseñe los documentos, porque “con las mentiras nunca se crea empleo”. “No entiendo esto del contrato de Pemex, porque Feijóo dijo en Madrid hace una semana que no tenía ningún inconveniente en enseñarlo, pero ha vuelto a aquí y no lo enseña. ¿Pero por qué no lo enseña?, ¿pero qué oculta?”, le recriminó.

Puestos a entrar en simulaciones, le reprochó a Feijóo que “por ocultar, oculta hasta sus siglas y oculta hasta a su amigo Rajoy,”. Si los acuerdos con Pemex abrieron para los socialistas el flanco de la honestidad de Feijóo, el distanciamiento de la campaña del candidato a la reelección respecto al Gobierno de Rajoy y la marca del PP dieron más argumentos a Rubalcaba. “Trata de que no lo vean con Rajoy, como si los gallegos y las gallegas fueran tontos”, le acusó. Se dirigió a Feijóo como “el monaguillo de Rajoy”, y abundó en su teoría de que fue el presidente del Gobierno quien instó al de la Xunta a adelantar los comicios, porque en febrero “las perdería estrepitosamente”.

Vázquez estuvo en Ferrol, pero no en Viveiro. A esas horas, el candidato socialista se paseaba por las ralentizadas, sino paralizadas totalmente, obras de la autovía de la Costa da Morte entre Carballo y Berdoias. Es la segunda mayor inversión de la legislatura, detrás del hospital de Vigo, y en ambos casos el pago se endosa a gobiernos venideros, ya que las financian las constructoras a cambio de un futuro canon. Pero el grifo del dinero está cerrado para las adjudicatarias. El candidato denunció la “paralización” de la autovía,que convirtió en un símbolo de la situación de Galicia, con una Xunta “que no paga”.