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El otro lado de la manzana

El teatro Alfil estrena el jueves un monólogo crítico y en clave de humor sobre el mundo de Apple y la explotación laboral en China

Daniel Muriel y David Serrano, actor y director, en el Museo del Teléfono Antiguo.
Daniel Muriel y David Serrano, actor y director, en el Museo del Teléfono Antiguo.LUIS SEVILLANO

Una mesa larga. En ella cientos de trabajadores chinos. Manualmente, pieza a pieza, construyen lo que será un dispositivo de Apple. La placa base, la carcasa, la comprobación de las pantallas, cámaras y demás herramientas del aparato. La limpieza impecable y la tarea de guardarlo cuidadosamente en las cajas que se enviarán a las más de 300 tiendas de la manzana más famosa del mundo. Una aproximación de cómo funciona el montaje de los miles de Ipads, Iphones, Ipods que se venden en los cinco continentes. Las condiciones laborales de estos trabajadores son otra historia que, poco a poco, emerge en forma de reportaje e, incluso, de monólogo en clave de humor.

El teatro Alfil acoge a partir del próximo jueves la obra Agonía y éxtasis de Steve Jobs. De la mano del actor Daniel Muriel y del director David Serrano, el espectador viajará durante una hora y media por la vida y la personalidad del creador de Apple, por sus grandezas pero también por sus miserias y sus sombras. Con un texto adaptado por Nacho Artime y creado por el monologuista estadounidense Mike Daisey, Muriel narrará periodísticamente y con una afilada ironía las penosas condiciones laborales de los miles de trabajadores que crean estos deseados dispositivos.

Daisey, fan de los aparatos de Jobs, se embarcó hacia China tras conocer la noticia de las malas condiciones de los empleados en la compañía Foxconn, que fabrica los productos de Apple. De su peregrinación nació el monólogo que el jueves retorna a Madrid después de una mini gira nacional. Es la primera vez que se adapta en Europa y sus protagonistas están encantados de cómo ha ido la primera muestra al público. “Daisey permite versionar su texto. Lo único que pide es una copia porque las colecciona y nosotros vemos que ha impactado a los espectadores”, asegura David Serrano, director de la obra. Ellos, desde luego, ya no miran igual a sus gadgets. “Tampoco el público. Nos consta que les da más vergüenza sacarlo”, dice Serrano.

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Muriel utiliza su Iphone entre cientos de teléfonos antiguos, entre los que se encuentran ejemplares del III Reich y alguno del inventor del mismo, Graham Bell. Serrano mira sorprendido a su alrededor. Ninguno de los dos conocía el Museo de los teléfonos antiguos, un lugar paradójico para hablar de la tecnología de Apple. “Hemos añadido y cambiado fragmentos que no eran precisos”, revela el actor que se enfrenta a la soledad del escenario y a más de 15 personajes: desde el protagonista, Mike Daisey a Steve Jobs, Bill Gates o, incluso, Gila, una de sus licencias. “Dani es capaz de hacer cualquier cosa sobre el escenario”, le interrumpe el director. Insisten en que no han querido quedarse en una denuncia social contra la manzana. “Queremos ampliarlo a las textiles y a todas las empresas de telefonía”, puntualiza Muriel.

También defienden que con la ironía el mensaje se transmite mejor. “El humor es inteligencia. Podemos reírnos del problema para verlo”, explica Muriel. Por eso, desentrañan curiosidades de la vida del gurúde Apple: que no se duchaba por su convicción de que al comer solo fruta y no sudar no era necesario o su creencia de que con terapias naturales se curaría del cáncer. También incluyen la oleada de suicidios que golpeó a Foxconn a partir de 2010. El paso de la carcajada a la reflexión es, a veces, instantáneo.

Tanto Muriel como Serrano señalan que lo que pretenden es que la gente lo piense, solo lanzar la idea. De momento, la locura ya ha invadido nueve países. El Iphone 5 ha llegado a las tiendas y el 28 de septiembre se venderá ya en España. Serrano puntualiza de nuevo: “El problema no está en los compradores, sino en el beneficio que se lleva la marca”.

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