Una mirada en profundidad a China

Más de 30 especialistas en la economía, la sociedad, la cultura y las tradiciones de China se reunieron la pasada semana en Bilbao en un congreso que alcanza su tercera edición y que ha revisado, entre otras muchas cuestiones, la realidad actual de la segunda mayor economía del mundo, sus tendencias de futuro y su papel dentro de un mercado globalizado.

Fang Xiao es una de la organizadora de la convención, de carácter bienal. “Bilbao es el único lugar de toda España donde se celebra este tipo de encuentro”, indica. El congreso se organizó por primera vez en esta ciudad en 2008 de mano de la propia Fang Xiao, quien dirige el centro de estudios chinos Lux Xun en la capital vizcaína. Dos años después, y coincidiendo con la Expo de Shanghai, se trasladó allí, una de las ciudades más pobladas del mundo. Este año regresa a Bilbao, bajo el título Economía y sociedad. La intención es que cada cuatro años la capital de Bizkaia acoja esta cita.

“Nosotros impartimos clases de chino, pero existe una carencia de más conocimientos sobre esta cultura. Es una pena que China esté llamando cada vez más la atención y no se le preste la atención que se merece”, dice Fang Xiao.

El liderazgo que está asumiendo la economía china en el mundo, así como el constante flujo de universitarios y profesionales occidentales hacia el gigante asiático han puesto en los últimos años de manifiesto la necesidad de profundizar en su realidad. En Francia, Inglaterra o Italia “sí que se están centrando mucho en conocer en profundidad a China” afirma Eduardo Rubio, profesor del departamento de Psicología Social de la UPV y también organizador de las jornadas. Por el contrario, “en España la situación no tiene nada que ver”, lamenta.

Los responsables del congreso explican que, pese a que los conocimientos sobre China no sean una cuestión de masas, los empresarios y docentes universitarios de países extranjeros están haciendo importantes esfuerzos para tratar de conocer con más profundidad ese país, su cultura, tradiciones, inmigración y futuros retos.

“En España está claro que no es un tema que despierte a las multitudes, pero ni los empresarios parecen mostrar interés”. Rubio asegura que ha invitado a responsables de compañías de Euskadi a participar en los congresos, sin recibir respuesta.

“En el País Vasco y en España hay muchos empresarios que están convencidos de que para hacer negocios en China no tienen que saber nada sobre su país. ¿Para qué necesito saber su lengua, su fiscalidad, sus negocios o su historia?”, cuentan los responsables de la cita que se preguntan muchos directivos. “Esta actitud, en un futuro no muy lejano, traerá consecuencias que les repercutirán a los resultados económicos de sus empresas, y no precisamente de manera positiva”, recalca Rubio.

El congreso, de carácter bienal, nació en 2008 en la capital vizcaína

Fang Xiao recuerda que la comunidad china residente en España se concentra principalmente en Madrid, Barcelona y Alicante. “Nos distribuimos de manera muy aleatoria de todas formas. En todos los pequeños pueblos hay restaurantes o bazares chinos, y eso significa que hay inmigrantes chinos residiendo allí”, incide.

El Observatorio de Asuntos Sociales del Gobierno vasco ha publicado este mismo mes datos sobre el número de inmigrantes de ese país que viven en la comunidad autónoma: suman 5.176 chinos. Bizkaia concentra a la mayoría (un 62%), seguida por Álava con poco más del 21% y Gipuzkoa, con el 15%.

“La gente que suele venirse a Euskadi acostumbra a hacerlo con sus parientes, ya que su sentido de la familia es muy fuerte”, explica la directora del centro Lux Xun. Los inmigrantes chinos que recalan en España son, en su mayoría, personas que podían tener trabajos estables en sus lugares de origen, pero en los que ganarían menos dinero.

China no recibe la atención que se merece”, apuntan los organizadores

“La mentalidad o la idea de consumo de los chinos ha estado siempre centrada en el ahorro. Por ello, una vez han ahorrado lo suficiente, vienen a lugares como el País Vasco para montar sus negocios. Es gente con mucho espíritu de trabajo y sacrificio”, añade.

Rubio apunta que la situación más probable es que los inmigrantes chinos tengan intención de regresar a su país tras obtener los resultados esperados con sus negocios. Pero, a renglón seguido, precisa que “el gran auge de inmigración china a Euskadi y España se ha producido en los últimos 10 años, por lo que todavía no se ha podido analizar que es lo que sucede con las segundas generaciones”.