Se apaga el fuego, llegan los políticos
El líder socialista madrileño anunció ayer que acudiría a la zona esta mañana Han coincidido en la plaza del pueblo y ni se han saludado La Guardia Civil halla un posible artefacto incendiario en uno de los focos
Mientras el incendio que ha asolado centenares de hectáreas en la sierra oeste seguía humeante y unas 300 personas se afanaban en terminar de controlarlo, el pulso político desembarcó en la plaza Mayor de Valdemaqueda. La presidenta regional, Esperanza Aguirre, que un día antes había eludido precisar si iría, se adelantó por sorpresa a la visita anunciada del líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, que lleva días acusando al Ejecutivo regional de no haber tomado las medidas oportunas para evitar un siniestro tan grave para el medio ambiente.
La presidenta regional acudió primero a Robledo de Chavela (3.876 habitantes) y después a Valdemaqueda (856 habitantes), donde estaba instalado el puesto de mando avanzado. Llegó a las diez de la mañana, justo una hora y cuarto antes de la comparecencia de Tomás Gómez. Aguirre se reunió con los responsables de la extinción y los alcaldes de las localidades afectadas por el fuego. Sonriente, compareció ante los periodistas para agradecer el esfuerzo de todos los integrantes del dispositivo que ha luchado contra el fuego, desde la Unidad Militar de Emergencia (UME) hasta las policías locales, entre otros cuerpos. “Y muy especialmente, a los bomberos de la Comunidad de Madrid”, señaló la titular del Ejecutivo, pese al conflicto que mantiene la Consejería de Presidencia y Justicia con estos trabajadores.
Aguirre no quiso contestar a las declaraciones que había hecho el martes Tomás Gómez al acusar de terrorismo medioambiental a los responsables de la Comunidad de Madrid por no haber evitado un siniestro de tales dimensiones. “Ya saben ustedes que yo no contesto a las declaraciones de ese señor”, zanjó la presidenta. Acompañada de su séquito —compuesto entre otros cargos por el vicepresidente Ignacio González—, dio media vuelta y se encaminó hacia el coche oficial. Su siguiente parada eran las urbanizaciones de Santa María de la Alameda.
Justo en una esquina de la plaza ya estaba Tomás Gómez, junto a un grupo de parlamentarios regionales, portavoces socialistas de la zona y sindicalistas de bomberos. Aguirre pasó a su lado, a escasos cinco metros, y ni siquiera se paró a saludarlo.
A los pocos minutos, compareció ante los medios Gómez, flanqueado por sendos sindicalistas. “Los bomberos se han convertido, una vez más, en auténticos héroes, pese a que se ha reducido en los últimos tres años el 25% de los recursos”, explicó el líder socialista madrileño. Este acusó a Aguirre de ser la responsable de los recortes en temas muy sensibles como la seguridad.
La Guardia Civil halla un posible artefacto incendiario
“Se ha acabado con uno de los pulmones principales de la Comunidad de Madrid. Nos han salido mucho más caras las pérdidas para el medio ambiente que el ahorro que se ha logrado. Los recortes en seguridad salen caros y ponen en riesgo vidas”, añadió Gómez. Después tomaron la palabra los sindicalistas, que recordaron que llevan denunciando desde el 15 de junio que, si se producía un incendio como el de Valdemaqueda, tendría consecuencias muy negativas. “Nos hemos querellado contra el director general de Protección Ciudadana por incumplir una orden que obligaba a tener todos los días 156 bomberos en activo”, explicó Mario González, del Sindicato de Bomberos Federado en CSIT Unión Profesional.
El alcalde de Robledo, Mario de la Fuente (PP), calificó de “demagogo” a Tomás Gómez por haber utilizado el incendio con fines políticos. Mientras, los helicópteros seguían sobrevolando la zona echando agua y unas 300 personas continuaban apagando los rescoldos que quedaban en la superficie arrasada. A las tres de la tarde, la Consejería de Presidencia y Justicia dio por controlado el fuego, lo que permitió la retirada de muchos medios, en especial de la UME. Lo que sigue sin conocerse es cualquier estimación oficial de superficie afectada y daños económicos.
Desde el aire solo se apreciaban pequeños puntos humeantes, en especial en las laderas menos accesibles por tierra. El fuego se cebó en las arboledas más próximas al río Cofio y las laderas de la Cuerda de Santa Catalina. Allí los medios aéreos completaron la extinción de los focos lanzando más agua. Los helicópteros también acudieron a algunos tocones aún en llamas.
Mientras, la Guardia Civil continúa sus investigaciones para detener al autor del incendio. Los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) hallaron en uno de los posibles focos del fuego un eventual artefacto incendiario. Se trata de unos alambres que tenían enroscada una cuerda alrededor, según fuentes del instituto armado. Este objeto, al igual que varias muestras de tierra, ha sido remitido al laboratorio central de Criminalística (Policía Científica) para que sea analizado. “Estamos recogiendo todo lo que nos resulta extraño o que supuestamente no debería estar en los laterales de una carretera. No sabemos si se trata del artefacto utilizado o de algo que no tiene nada que ver con el siniestro”, explicaron estas fuentes.
Otras fuentes de la investigación destacaron que los perros especialistas en incendios no hallaron ningún rastro de acelerantes en los tres focos en los que pudo iniciarse el fuego. Los canes rastrearon las áreas y no marcaron ningún punto en especial. Las fuentes reconocieron que, para iniciar un fuego de estas características, quizá fuera necesario una pequeña cantidad de combustible inicial, ya que la tierra está muy seca, había mucho material combustible, a lo que se unían unas altas temperaturas. La Guardia Civil está recabando datos para intentar localizar la furgoneta blanca desde la que supuestamente se lanzaron los objetos incendiarios.
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