El anticipo electoral provoca una tregua tácita entre los socialistas
Caballero y Besteiro cierran filas con Pachi Vázquez tras sus desavenencias
El PSdeG es cualquier cosa menos un partido apacible. Se ha pasado lo que va de 2012 de congreso en congreso, todos ellos feroces, desde el federal de Sevilla hasta la última y más remota asamblea local. Y cuando se preparaba para una nueva batalla en forma de primarias, llegó la convocatoria de elecciones para el 21 de octubre y detuvo el reloj. La rapidez con que los exministros José Blanco y Francisco Caamaño despejaron el camino para que el secretario general, Pachi Vázquez, sea elegido candidato por el comité nacional de este sábado es todo un síntoma de una tregua tácita. Ayer siguieron llegando los mensajes apaciguadores de dos de los dirigentes menos afines a Vázquez, como el alcalde de Vigo, Abel Caballero, y el presidente de la Diputación de Lugo, José Ramón Gómez Besteiro, que cerraron filas. La paz durará como mínimo hasta el 21 de octubre, la fecha de las elecciones.
Para escenificar la concordia, el comité nacional, máximo órgano entre congresos, contará será clausurado el sábado por el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba. No se espera que ninguno de los pesos pesados del partido presenten candidaturas alternativas a la de Vázquez, que en todo caso necesitarían el aval del 30% de los miembros del comité. Con Rubalcaba presente, y salvo sorpresa, imperará un tono muy distinto al que ha presidido todos los foros del partido en el último año.
Aunque el PSdeG no despega en las encuestas, el desgaste del PP es tal que los socialistas tienen por primera vez en muchos meses auténtica fe en sus posibilidades, por más que un amplio sector del partido mantenga el tono crítico con su secretario general. La sensación de que hay partido contribuye a poner sordina a la lucha interna. La autoridad de Pachi Vázquez en la configuración de las listas electorales, además, le asegura al secretario general la lealtad de críticos que confían en encontrar un hueco en las candidaturas.
Como en 2009, Vázquez encabezará la candidatura de Ourense, por lo que será la primera vez que una de las tres grandes formaciones políticas presenta a un candidato a la presidencia de la Xunta por una circunscripción distinta de A Coruña o Pontevedra. Las otras tres provincias están llamadas a renovar a sus cabezas de lista, toda vez que ya no concurrirán Emilio Pérez Touriño, Mar Barcón ni Ricardo Varela, candidatos en las últimas autonómicas por Pontevedra, A Coruña y Lugo, respectivamente.
Pachi Vázquez se lo juega todo en estas autonómicas, y nadie duda en el PSdeG de que la calma saltará por los aires en caso de derrota electoral. Para los aspirantes a sucederle será fundamental estar sentados en el Parlamento gallego la próxima legislatura. Por lo tanto, si quieren aspirar al relevo, tanto Caamaño como Blanco deberían cambiar el Congreso de los Diputados por el Pazo do Hórreo. El exministro de Justicia estudia dar el salto y centrar su carrera política en Galicia. Blanco lo tiene más difícil, debido a las consecuencias judiciales que se derivan de su implicación en la operación Campeón.
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