Un fallecido y una herida este fin de semana en festejos taurinos

Las tradicionales fiestas de bous al carrer han dejado este fin de semana dos víctimas, una de ellas mortal. Un hombre de 86 años falleció ayer tras ser corneado el domingo durante las fiestas del Torico de Cuerda de Chiva. También una mujer de 80 años resultó herida el sábado al entrar una vaquilla en su casa mientras la mujer abría la puerta del garaje. El Consell, bajo la presciencia de Francisco Camps acordó en 2010 declarar Bien de Interés Cultural los festejos taurinos, aunque finalmente su propuesta no ha salido adelante.

Un vecino de Chiva de 86 años fue corneado el domingo por un toro en el Paseo de Argentina mientras se celebraba el último día de las fiestas del Torico de Cuerda, en las que se saca un toro ensogado por las calles del municipio. El Ayuntamiento de Chiva afirma que el hombre había sido advertido tanto por la Policía Local como por la peña taurina, de que se encontraba en el recorrido del encierro y que se emiten "más de cuatro bandos diarios" en los que se anuncia. Tras ser atendido de urgencia en Chiva y posteriormente en un centro hospitalario, el octogenario finalmente falleció. Según el Ayuntamiento de Chiva los organizadores del Torico tienen "todos los permisos y seguros" necesarios para la realización de los encierros.

La controversia

El pasado sábado resultó también herida una mujer de 80 años en Albalat dels Sorells, tras entrar una vaquilla en su casa en el momento en que ella abría la puerta del garaje. La mujer, que se encontraba dentro de su casa, accionaba el mando a distancia que abría la puerta automática cuando la vaquilla, que corría suelta por la calle con motivo de los bous al carrer, entró en su casa y le corneó. La mujer se encuentra ingresada en el Hospital Clínico de Valencia con pronóstico reservado según la Consejería de Sanidad.

Estas no son las únicas víctimas que dejan los festejos taurinos este verano, ya que el pasado 30 de junio fallecía el recortador Juan Soler, Majín, al ser embestido por un toro en su pueblo, Canet d'En Berenguer.

Aunque son muchos los aficionados, este tipo de actividades no están nunca exentas de polémica y desatan innumerables filias y fobias. El Gobierno de Francisco Camps acordó en 2010 iniciar los trámites para declarar Bien de Interés Cultural las corridas de toros y los bous al carrer, siguiendo la estela de Esperanza Aguirre, que ya había anunciado que ella sí lo haría en la Comunidad de Madrid. En medio de la discusión en el Parlamento Catalán sobre si prohibir o no las corridas, iniciativa que acabó en prohibición, el ejecutivo de Camps decidió apostar por los toros. En junio de este año, el gobierno de Alberto Fabra ha archivado el expediente para declarar Bien de Interés Cultural Inmaterial (BICI) los festejos taurinos por existir "empate técnico", como afirma la Generalitat, entre las entidades que debían dar su visto bueno.

Para declarar un BIC, según la Ley de Patrimonio cultural Valenciano se requiere el visto bueno de cuatro organismos: el Consell Valencià de Cultura, la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, la Universidad de Valencia y la Universidad Católica San Vicente Mártir. Tanto la Universitat de València como la Academia de Bellas Artes se opusieron alegando criterios biológicos y sociales relacionados con la muerte del animal y criterios legales y artísticos respectivamente.

La Universidad Católica se posicionó a favor y los consejeros del Consell Valencià de Cultura, que había emitido informe desfavorable, lograron que se bloqueara durante la votación del mismo y no emitieron su voto en contra. Ante este empate técnico, el Gobierno Valenciano ha optado por aparcar el expediente, aunque recuerdan que podría retomarse porque la legislación permite mantener el expediente abierto durante tres años.