El Bloque se niega a participar en la reforma electoral favorable al PP

Diez días después de que el presidente de la Xunta anunciase en una entrevista su intención de reformar la ley electoral para reducir el número de escaños y primar los graneros de voto de su partido, el portavoz parlamentario del PP, Pedro Puy, remitió a socialistas y nacionalistas la propuesta concreta. Por correo electrónico. “Este va a ser el epílogo indigno del peor presidente de la historia de Galicia”, se apresuró a valorar el líder del BNG, Guillerme Vázquez, quien, acompañado de la diputada Ana Pontón, adelantó que su formación no participará “en un debate falseado en el que sobran demagogias, aprendices de brujo y mensajes fascistizantes”. Vázquez llamó a “todas las fuerzas políticas y sociales” a pronunciarse “contra este auténtico pucherazo”.

El cambio que la derecha pretende aprobar en el Parlamento —le basta con sus 38 diputados— supone reducir el número de asientos de los 75 actuales a 61. Pero lo que haría menguar la actual proporcionalidad, y por lo que la oposición lo considera inaceptable, serían la decena de escaños iniciales que la actual ley reserva a cada provincia y que los populares quieren mantener. Así, los diputados restantes, que se adjudican provincialmente “en proporción a la población”, pasarían de 35 a 21. El mecanismo de reparto de los mismos facilitaría la obtención de diputados en las circunscripciones menos pobladas. En esas dos provincias, Lugo y Ourense, es donde el PP ha obtenido históricamente mejores resultados electorales. Si a los comicios de 2009 se hubiese aplicado este sistema, la diferencia entre la derecha y la suma de PSdeG y BNG pasaría de un escaño a tres.

Hasta el momento, el partido gubernamental no ha querido hablar de cómo su propuesta afectará a la proporcionalidad. Alberto Núñez Feijóo se escudó ayer, tras el Consello, en el ahorro de reducir los puestos electos en O Hórreo. “Esto no lo inventamos hoy”, aseguró, “la reducción de costes de la Administración y de los políticos en Galicia es la mayor de la historia de la autonomía, un 40% de consellerías menos y un 50% de altos cargos”. Para el presidente de la Xunta, además, la reforma que propone su grupo político resulta “absolutamente coherente” con el Estatuto.

Y a la idea del Bloque de que Galicia conforme una circunscripción electoral única, respondió con un viejo mantra del PP gallego, especialmente cuando hay elecciones a la vista o se encuentra en la oposición frente a bipartitos: que gobierne la lista más votada. “La propuesta del BNG es razonable”, adujo, “y seguro que puede ser discutida en la próxima legislatura. Pero hay muchas opciones, el PP llevaba en su programa la propuesta de que gobierne la lista más votada o, si no, que haya una segunda vuelta”. Este discurso, central para los populares durante los años en que en San Caetano estaban Emilio Pérez Touriño y Anxo Quintana, había sido abandonado. Su recuperación coincide con las vísperas de una cita con las urnas que Núñez Feijóo deberá convocar, a más tardar, en marzo de 2013.

La reacción de los socialistas, a través de una carta firmada por su portavoz parlamentario, Abel Losada, la sintentizó el adjetivo “inaceptable”. “Consideramos tal formulación inaceptable”, exponía su misiva, “y pensamos además que con carácter previo debemos abordar un conjunto de medidas que impliquen una disminución y racionalización del gasto público”. Pero, en el mismo texto, la postura del PSdeG abre la puerta a negociar con los populares “cualquier fórmula parlamentaria para abordar de forma urgente las cuestiones de ahorro en el conjunto del gasto público gallego”.

El Bloque, sin embargo, no deja lugar a dudas. Para los nacionalistas, el plan del PP obedece a “premisas falsas” y nace de su querencia por “perpetuarse en el poder”. Según Ana Pontón, la jefa del grupo parlamentario del BNG, la estrategia de fondo de los conservadores consiste en “ir desmantelando el escaso autogobierno que tiene Galicia” y solo se entiende en un proceso “de involución democrática y recentralización”. “Es falso que busque el ahorro”, añadió, “porque, además, el Parlamento gallego es uno de los más baratos del Estado”. “No vamos a participar en este debate falseado”, concluyó Pontón.