La Fundación Caja Castellón presenta un ERE para 38 de sus 42 trabajadores

La comisión permanente de la Fundación Caja Castellón-Bancaja ha aprobado por unanimidad presentar un expediente de regulación de empleo (ERE) que afecta a 38 de los 42 empleados y que justifica en función de “un replanteamiento del plan de actuación de la fundación para acoplar las actuaciones a los recursos con los que se cuenta”. Desde la fundación explicaron, vía comunicado, que en la reunión se acordó la continuidad de la entidad “con su personalidad jurídica propia” e independiente de la de la fundación especial “que en su caso pueda ser continuadora de Bancaja”. Para los trabajadores, supone la desaparición del trabajo que venía realizando la fundación.

Desde UGT, aclaran que la entidad valenciana debía convertirse en una fundación de carácter especial y que la fundación castellonense podía haberse integrado en ella. Sin embargo, “los órganos rectores de la fundación han elegido seguir camino en solitario y, en lugar de mantener los puestos de trabajo y el proyecto, han tenido en cuenta su viabilidad política”, indicó el sindicato.

Para la comisión permanente reunida este lunes, el hecho de continuar con personalidad jurídica propia “le permitirá cumplir, por tiempo indefinido, la labor continuadora de la obra social de la Caja de Ahorros de Castellón”. Además, también se aprobó “completar las negociaciones para fijar la aportación final de Bancaja a la Fundación Caja Castellón, que será considerada patrimonialmente por ésta como dotación fundacional”.

Instantes antes de comenzar la reunión en el Edificio Hucha de Castellón los trabajadores afectados permanecieron en las puertas para entregar a los asistentes un escrito en el que advierten de que con este ERE “también se va a firmar la lamentable desaparición de la Obra Social que nació con una institución centenaria con el objetivo de servir, apoyar y defender a la sociedad castellonense en todos los ámbitos, tanto económicos como culturales, asistenciales y de servicios”.

Este año, la fundación ya no recibió ninguna aportación de Bancaja y continuaba su obra con los remanentes.