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El PSdeG da por hecho que Blanco disputará a Vázquez las primarias

El secretario general pide unidad para responder a las necesidades del ciudadano

Caamaño saluda a Blanco, ayer en un hotel compostelano. / ÓSCAR CORRAL
Caamaño saluda a Blanco, ayer en un hotel compostelano. / ÓSCAR CORRAL

En el PSdeG cunde la idea de que el exministro de Fomento y hombre fuerte del partido en la era Zapatero, José Blanco, está de vuelta. Y que plantará cara a Pachi Vázquez en las primarias para elegir al candidato en la Xunta. El comité nacional, el máximo órgano de la formación socialista entre congresos, celebrado ayer en un hotel del Santiago, convenció a los barones socialistas y también al entorno de su hipotético rival, Pachi Vázquez, de que Blanco está resuelto a dar la batalla en otoño para medirse a Feijóo en unas autonómicas para las que todavía no hay fecha. La cita de ayer tenía como objetivo fijar el calendario de las primarias que se celebrarán el sábado 6 de octubre.

Tras el discurso del secretario general, Pachi Vázquez, en el que demandó a los suyos unidad para no dilapidar “el escaso espacio en los medios de comunicación” con batallas internas, José Blanco tomó la palabra y desgranó lo que muchos de los presentes interpretaron como un proyecto alternativo al de Vázquez para medirse en las urnas con el Partido Popular. Sin pronunciarse en ningún momento sobre su participación en las primarias, Blanco advirtió: “Hay un terreno fértil para el cambio político pero a veces el partido se pierde en debates estériles. Hay que mejorar la conexión con las aspiraciones de la ciudadanía, hay un sentimiento de cambio y hay que convertirlo en voto para el PSOE. La resignación solo se vence con proyecto y con liderazgo. Hay que transmitir unidad, ilusión, futuro y liderazgo”.

El exministro aún imputado confía en que el Supremo archivará el caso

En ese momento, la presidenta del comité nacional y alcaldesa de Silleda, Paula Fernández, le advirtió de que su tiempo de tres minutos estaba consumido. A lo que Blanco replicó que la importancia del momento político requeriría de una mayor generosidad para poder prolongar las intervenciones. Fernández pidió entonces opinión a la dirección del partido y cuando Blanco le dijo que debía tomar ella la decisión de forma autónoma al ser la presidenta del comité nacional, optó por darle un minuto más y zanjar el tema.

El exministro cerró así su intervención: “Nadie va a anular mi compromiso con Galicia y con el PSdeG”. La frase convenció a los presentes en la reunión de que en septiembre, cuando se abra el plazo, anunciará que concurre a las primarias para ser candidato a la Xunta.

La polémica por el tiempo que la presidenta del comite nacional concedió a Blanco condicionó ya el resto del cónclave, que se convirtió en un plebiscito sobre la figura del exministro de Fomento y su reciente intervención. Se sucedieron posicionamientos a favor y en contra del secretario general y del propio Blanco. Junto a este último se colocaron de forma más o menos implícita la secretaria general del PSOE coruñés y portavoz municipal, Mar Barcón, diputados autonómicos como Ismael Rego, Xaquín Fernández Leiceaga y Sonia Verdes y del Congreso como Guillermo Meijón.

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Blanco: "Nadie va a anular mi compromiso con Galicia y con el PSdeG"

El más contundente fue el exalcalde y secretario general del PSOE en Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, uno de sus más firmes defensores de Blanco quien llegó a agradecerle que haya “dado el paso adelante” para optar a ser cabeza de cartel en las autonómicas, algo que formalmente, Blanco aún no ha hecho, pero que todo el partido interpreta después de lo de ayer que hará cuando llegue septiembre. Ni Orozco ni Besteiro, otras de las voces que lo han arropado en las últimas semanas, tomaron la palabra por ser miembros de la Ejecutiva Nacional. En contra de las formas del exministro, el líder del sector crítico en Vigo, Gonzalo Caballero, quien aseguró que en el PSOE “no hay militantes vips” y que por tanto el tiempo debe ser limitado para todos. Media docena de representantes de municipios ourensanos, incluida una de la capital y también el líder de Izquierda Socialista en Vigo, Jorge Parada, salieron en defensa del secretario general.

El propio Vázquez, en su intervención —que sí fue abierta a los medios, a diferencia del debate posterior que se realizó a puerta cerrada— había insistido en la necesidad de constituir “una alternativa para que la sociedad vea a un partido unido y fuerte”. Y reclamó que el proceso de designación de candidato “no despiste al partido sobre los problemas que preocupan a la sociedad ni ocupe un solo renglón del poco espacio que tiene el PSOE en los medios para solucionar los problemas de quienes viven en un proceso dramático”. Tras la crítica despiada a Feijóo y un discurso muy escorado a la izquierda ayer —en el que defendió el cobro del IBI a la Iglesia y el impuesto a la banca que ya tienen otras comunidades como Andalucía, Extremadura o Canarias— garantizó “el respeto total a cualquier hombre o mujer que dé un paso adelante” para presentarse a las primarias “transparentes y democráticas”.

La escenografía de Blanco al tomar el primero la palabra y hablar en esos términos convenció a casi todos los dirigentes consultados de que acabará disputando el cartel de las autonómicas al secretario general. Quienes han hablado con el exministro están convencidos de que el archivo de la denuncia que presentó el empresario Jorge Dorribo contra él se quedará en nada como ya le sucedió al alcalde de Lugo, Xosé López Orozco. La solución se conocerá a mediados de septiembre cuando se abra el proceso para formalizar candidaturas, pero visto el antecedente de Orozco en el PSdeG son mayoría los que creen que el caso pronto verá su final.

Ayer, justo después de que interviniese su hipotético rival, Blanco habló de “transmitir unidad, ilusión, futuro y liderazgo”, de no esperar a la derrota de Feijóo y de convertir al PSdeG en el “motor del cambio”. “Citó la sensación de soledad de la ciudadanía en las manifestaciones” y cerró su intervención con la proclama que muchos dirigentes interpretan como la señal definitiva de su regreso: “Nadie va a anular mi compromiso con Galicia y con el PSdeG”.

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