Con los perros a Montcada i Reixac
Barcelona pretende trasladar la perrera municipal cerca del Cementerio de Collserola El Consistorio considera inadecuado el enclave de la Zona Franca
La perrera de Barcelona se construirá en términos municipales de Montcada i Reixac (Vallès Occidental), cerca del cementerio de Collserola. Este es el emplazamiento que quiere el gobierno convergente liderado por Xavier Trias y la idea se está dialogando ahora con los grupos de la oposición y las entidades defensoras de los animales. El Ayuntamiento vallesano, en manos del PSC, declinó ayer dar su opinión sobre el proyecto, aunque según fuentes municipales de Barcelona las conversaciones ya están bastante adelantadas.
La noticia del nuevo enclave saltó por descarte. El regidor de Sants-Montjuïc y regidor de Presidencia, Jordi Martí (CiU), explicó ayer durante su balance del primer año frente al distrito que la perrera finalmente no iría a la Zona Franca. Una parcela cerca del antiguo lecho del Llobregat —sin vecinos cerca que se pudieran oponer y con una futura estación de la L9— era el sitio que se barajaba después de que Trias, en septiembre pasado, le pusiera freno a la decisión de enviarla al Montjuïc. Esta ubicación en la montaña había sido pactada por el gobierno bipartito y ERC durante el final del mandato anterior. Se trata la cuarta posible ubicación en menos de tres años.
“No se puede poner la perrera en la Zona Franca pues está cerca de un polígono industrial y el acceso de los voluntarios, indispensable para el funcionamiento, era muy complicado”, dijo Martí. El regidor no reveló cuál sería el nuevo emplazamiento. Un portavoz del Consistorio confirmó después que “se estudia” el de Montcada i Reixac y se busca “el consenso”.
El portavoz del Consistorio también explicó que los terrenos en los que se ubicaría la perrera —que actualmente está en la carretera de la Arrabasada— pertenecen a Barcelona aunque se encuentren en otro municipio. De hecho, el cementerio está en el término municipal de un tercero, Cerdanyola del Vallès. Además de las modificaciones urbanísticas pertinentes, también se tendría que pactar la expropiación de algunos terrenos.
Martí, por su parte, aseguró que la voluntad del gobierno de CiU es tener el centro de acogida de animales “listo antes del 2015” y así cumplir con su programa electoral. La ruta 102 de TMB, que sale desde la Plaça Eivissa en Horta, permitiría la facilidad de acceso a los voluntarios y posibles interesados en adoptar un animal.
Desde que se prohibió el sacrificio de animales, en 2003, Barcelona ha tenido problemas para consensuar un sitio para su perrera. En 2008, el gobierno de Jordi Hereu (PSC) propuso el parque de la Oreneta, que despertó la oposición de varias escuelas cercanas, entre ellas Aula, y el rechazo en banda de CiU y PP. En su día se alegó el alto coste del proyecto. Posteriormente, la entonces teniente de Medio Ambiente, Inma Mayol (ICV) pactó con ERC llevarla al Montjuïc. CiU inicialmente apoyó la idea, pero después la rechazó y, una vez en el poder, la desmontó. El gobierno espera que el nuevo emplazamiento evite el eterno problema de la oposición vecinal. Nadie quiere un tipo de equipamiento así cerca de casa. Los muertos no se quejan.
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