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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Factoría

El PSOE de Andalucía ha alzado su voz contra el establecimiento de cualquier pacto fiscal como el que pretende Cataluña

Fuerte y claro. El PSOE de Andalucía ha dado un golpe en la mesa y ha alzado su voz contra el establecimiento de cualquier pacto fiscal como el que pretende Cataluña en sustitución del actual modelo de financiación autonómica. En su XII Congreso, celebrado en Almería, han aprobado una resolución en favor de un nuevo sistema justo y equilibrado que garantice la igualdad de los ciudadanos de España en el acceso a los servicios públicos. Lejos de cualquier posición ambigua, han preferido optar por lanzar un mensaje nítido y rotundo contra “cualquier sistema de financiación que pretenda privilegios al margen de la Constitución o aliente renovadas desigualdades entre comunidades autónomas”.

Tras este pronunciamiento, solo cabe ya que Rubalcaba lo haga suyo igualmente, máxime si se tiene en cuenta que procede de la organización territorial más potente como es el caso de la andaluza. No se entendería que una iniciativa de este calado no sea considerada por una dirección federal del partido que está llamada a esclarecer, de una vez por todas, su posición. Aquí no caben matices en lo que debe ser una oposición frontal a unas pretensiones descaradamente insolidarias y de las que participa, aunque sea parcialmente, por el momento, el PSC. Es evidente que el PSOE andaluz está obligado a sacar provecho a su peso específico para evitar discriminaciones, siguiendo así, fielmente, el mandato que expresaron los andaluces en un ya lejano 28F. Se trata, en definitiva, de que Andalucía ejerza su función de factoría de ideas y propuestas, como señala el propio Griñán y, también, de escudo contra los drásticos recortes que amenazan los servicios públicos y los tirones de las comunidades más ricas en perjuicio de las más desfavorecidas.

Ahora falta que transiten por la misma senda tanto PP como IU para que la reacción andaluza cobre una mayor dimensión aún. En el caso de los populares, tienen esta semana una espléndida oportunidad con motivo de su XIII congreso regional de Granada. Será, sin duda, la cita del relevo de Javier Arenas por Juan Ignacio Zoido, ahí es nada, pero debe ser, también, el encuentro en el que se marquen unas determinadas líneas rojas que nadie, en el seno del PP, deba traspasar por mucho idilio que mantengan en Cataluña con CiU. En definitiva, que sea capaz de decir lo mismo en todas partes, tal y como lo reclama el propio Zoido.

En cuanto, a los izquierdistas, cabe recordar recientes declaraciones de Diego Valderas quien advertía: “Defenderemos el Estatuto y no permitiremos que Andalucía sea una comunidad de segunda”. Pues eso, tarea no va a faltar. Es verdad que tenemos por delante todo un desafío con los nuevos ajustes que anuncia Rajoy para las comunidades autónomas pero, de igual modo, tenemos ante nosotros una seria amenaza de que tome cuerpo, camuflada en medio de la crisis, una ruptura total del equilibrio territorial existente.

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