Cielo azul después de cuatro días de “horror”
Desolación y "cabreo" en los pueblos afectados por la pérdida de montes y campos
Los vecinos de los municipios afectados por el incendio declarado el pasado jueves en Cortes de Pallás están hoy "más tranquilos", una vez la situación está estabilizada, y han podido ver "el cielo azul" después de cuatro días de "horror".
Según el Centro de Emergencias de la Generalitat, el incendio forestal se encuentra sin llama esta mañana, y hoy el Gobierno valenciano dará a conocer la superficie afectada por el fuego.
El alcalde de Yátova, Rafael Lisarde, ha lamentado que no pueda todavía ir a ver su término, de 120 kilómetros cuadrados, tras el "desastre", que ha quemado el Motrotón, un monte muy querido por los vecinos. Lisarde ha afirmado sentirse "bastante afectado" ya que vio cómo se estaba quemando el monte "y nadie actuaba, nadie intervenía. Y se pegó fuego".
El alcalde no ha querido acudir hoy a la reunión que mantienen con los servicios de emergencia, a la que ha asistido la teniente de alcalde de Yátova.
El alcalde de Cortes de Pallás, Alberto Enrique Sáez, ha indicado que el incendio está prácticamente controlado y se está trabajando en refrescar para que no se reavive el fuego, y ha constatado la tristeza y desolación de los vecinos "ante la pérdida de campos y tierras".
En Dos Aguas, el incendio ha arrasado prácticamente toda la zona forestal del término y sus vecinos se muestran "cabreados e impotentes" ante un "monstruo que no se ha podido atajar", según su alcalde, José Ramón Grau. "Se nos quema parte de nuestra vida, se nos va la ilusión", ha declarado Grau tras asegurar que se ha quemado todo el bosque, excepto los campos agrícolas.
En esta localidad no hay cobertura de telefonía móvil, aunque el alcalde confía en que se restablezca el servicio durante el día de hoy, mientras los vecinos desalojados han vuelto a sus viviendas después de permanecer en un centro de día de Turís que todavía no había sido inaugurado.
En Catadau, su alcalde, Pedro Juan Bisbal, ha afirmado que hoy ya ven "el cielo azul" después de haberse quemado el 90% de la montaña del término municipal. Una veintena de familias de esta localidad permanecen en el casco urbano donde han sido alojados en dependencias municipales y en casas particulares hasta que puedan regresar a la urbanización Lloma Molina.
También el alcalde de Llombai, José Forés, ve hoy el cielo más despejado y ya no cae ceniza en una localidad que ha perdido 900 hectáreas de monte bajo, según la aproximación realizada.
Una gran parte de esa superficie pertenece al paraje natural municipal protegido La Colaita, de monte bajo y matorrales.
En Tous un tercio de zona forestal del término ha quedado arrasada por el fuego, según su alcalde, Cristóbal García, que ha asegurado que en este municipio no ha habido momentos de pánico porque el núcleo de población está alejado del monte.
En Macastre, prácticamente toda la zona de montaña ha ardido y hoy la situación es "mucho más favorable" aunque los vecinos de la urbanización Llanorel, situada a unos 13 kilómetros de la población, no han podido regresar todavía a sus viviendas. "Los comercios han abierto y la gente va a trabajar con normalidad", ha asegurado la alcaldesa, María José Casero.
En Turís la noche ha pasado "pendientes de que no entrara el fuego" por Alborache, después de que haya arrasado la zona de Altury, ha relatado su alcaldesa, Pilar Lozano.
Según la alcaldesa de Carlet, María Angeles Crespo, la situación ha cambiado "mucho de anoche a hoy" en un término que ha visto quemar la misma superficie que en el año 1994. Crespo ha agradecido la labor de la UME y la colaboración del centenar de voluntarios de la localidad que ayer prestaron su ayuda a los bomberos para apagar el fuego.
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