Una ‘boina’ de denso humo cubre el área de Valencia

Un denso humo procedente de los incendios descendió ayer por la mañana sobre Valencia capital y buena parte de su área metropolitana dejando un intenso olor a madera quemada. Un fenómeno que se sumaba a la ceniza y las partículas en suspensión que ya el viernes y el sábado ensuciaron terrazas, calles y coches en muchas localidades. La boina, que persistió hasta el mediodía, en que la situación mejoró, hizo irrespirable el aire en Valencia. Un peligro para los mayores y los niños y, especialmente, para todas aquellas personas aquejadas por patologías respiratorias como el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o la bronquitis, entre otras. En las calles de Valencia la gente tosía.

El fenómeno tendría que haber motivado un aviso de las autoridades a la población para que tomara precauciones, según coincidieron dos especialistas consultados por EL PAÍS. Porque en las localidades directamente afectadas por los incendios la gente ya sabe a qué atenerse, no así en la ciudad, teóricamente alejada del peligro que representan el humo y las cenizas. Pero Sanidad no avisó.

Otro especialista consultado consideró que lanzar un aviso a la población quizá podría haber sido una medida “alarmista”, porque sin datos concretos en la mano acerca de la presencia de partículas en el aire muchas veces “se puede más alarmar que otra cosa”. Los hospitales de Valencia no ofrecieron información acerca de la afluencia de personas a los servicios de urgencia a causa del humo.

En cambio, en la localidad valenciana de Yátova 13 personas tuvieron que ser atendidas por problemas respiratorios a causa del humo procedente del cercano incendio.