El PNV se queda solo en el rechazo del dictamen sobre el Guggenheim
Asegura que “no hay dependencia, sino colaboración” con la fundación
Sin sorpresas, pero no por ello con menos confrontación, la comisión de Cultura del Parlamento vasco aprobó ayer el dictamen de la ponencia que durante cerca de dos años, 12 sesiones y 28 comparecencias de expertos y responsables institucionales ha analizado la situación y las perspectivas de futuro del museo Guggenheim de Bilbao. El texto salió adelante con los votos de PSE, PP y UPyD, y con el voto en contra de un enfurecido PNV que tachó de “erróneo y falso” el dictamen.
Este fue aprobado después de que se rechazaran todas las enmiendas que el PNV se había reservado hasta el último momento —en total los grupos han presentado más de 120 correcciones al documento elaborado por el presidente, Benjamín Atutxa— con la intención de servir a modo de hoja de ruta para las negociaciones que tendrá que llevar a cabo el museo —en el que participan dos encontradas instituciones, el Departamento de Cultura del Gobierno vasco y la Diputación de Bizkaia— con la fundación Solomon R. Guggenheim, prevista para finales de 2014, cuando expira el acuerdo en vigor.
Algunas claves
- Recomienda crear "un contrato más equilibrado en la toma de decisiones y no en régimen de franquicia".
- Pide una mayor presencia de arte vasco y menos desunión entre Gobierno y Diputación.
- "La prolongación sin cambios [del acuerdo] sería una actitud políticamente irresponsable y errónea".
- "El fortalecimiento de las estructuras del museo y una mayor autonomía no parecen ajustarse a la posición dual del señor Vidarte"
- Urdaibai: "no supone una alternativa adecuada para el desarrollo de la comarca".
El dictamen aboga por un cambio considerable en el equilibrio entre ambas partes, recomendando que la parte vasca deje de estar supeditada a la americana —hoy en día los gastos corren a cargo de la primera, pero es la segunda quien tiene el poder de decidir en la parte artística—. Acabar con el "régimen franquiciado" que se estableció en el acuerdo de hace dos décadas, en definitiva.
El texto “no obliga a nadie”, tal y como recordaron los socialistas, conscientes de que la negociación la llevará a cabo la Diputación de Bizkaia con el próximo Gobierno autonómico.
El trabajo terminó ayer como empezó, con un PNV muy crítico con la ponencia y con sus resultados, que en el último momento se ha mostrado especialmente interesado por la ponencia, llegando a presentar la petición de otros 25 comparecientes que fue rechazada por “extemporánea”. “La ponencia trata de inventarse una realidad nueva que no es la del día a día del museo”, dijo la jeltzale Leire Corrales, “se trata de hacer ver que hay una dependencia cuando lo que hay es una colaboración”.
Corrales afeó que las recomendaciones estaban redactadas de antemano, un argumento que el PNV utiliza habitualmente en los dictámenes de las comisiones de investigación. “Usted pensaba que se iba a hablar de Cearsolo, de la compra de divisas, pero no, no, no, aquí lo que queríamos era construir”, zanjó el portavoz del PP, Carmelo Barrio. En el dictamen se recogen solo alusiones a la “existencia de algún resquicio de opacidad” en las compras de obras.
El PSE defiende el análisis para que la fórmula “siga dando resultados”
El PNV censuró la “parcialidad” del dictamen porque a su juicio se han obviado las ideas vertidas por la Diputación de Bizkaia o del director del museo, Juan Ignacio Vidarte. Frente a las críticas de los jeltzales, el resto de los portavoces reseñaron la necesidad de “hacer una reflexión sobre lo que estaba siendo un museo de éxito pero que necesitaba un análisis porque las condiciones internacionales estaban cambiando”, resaltó la socialista Pilar Pérez Fuentes, “no somos los que éramos”.
“Debemos seguir siendo una referencia a nivel internacional-gestión público privada, las recomendaciones quieren reequilibrar, que el mecanismo de relación entre una fundación privada que funciona con recursos públicos siga dando buenos resultados”, dijo la socialista.
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