Xavier Trias asume gran parte de la herencia urbanística del PSC

Después del fiasco de la consulta de la Diagonal, una de las losas del último gobierno socialista de Barcelona, Xavier Trias aseguró en su programa que reformaría la avenida, sin dar pistas de cómo. Lo mismo ha hecho ahora en la redacción del Programa de Actuación Municipal (PAM), la hoja de ruta del mandato, que el miércoles próximo será sometida a votación en la comisión de presidencia para iniciar su tramitación.

Bajo el epígrafe de proyectos de “calidad arquitectónica”, el gobierno de CiU enumera: “La plaza de las Glòries, la Sagrera, el Blau@Ictinea, la Sagrada Família, el Paral·lel, la Diagonal y el Pla Cor”, nombre con el que se ha bautizado el enésimo intento de recuperar La Rambla.

De estos, la novedad del PAM de Trias es la reforma de los entornos de la Sagrada Família, sin más detalles, salvo algún apunte —que no está en el redactado— hacia una posible peatonalización, en función de cómo resulte la restricción del paso de los autocares turísticos que empezó la semana pasada.

El Blau@Ictinea, al que últimamente el alcalde se refiere como una idea, algo así como una ilusión, plantea transformar la zona del Morrot del puerto de Barcelona en una nueva área de actividad económica. Una operación que requeriría un acuerdo prácticamente a tres bandas: el Ministerio de Fomento, el Puerto y la ciudad. Y un proyecto al que CiU podría renunciar si el alcalde —que requiere de los votos del PSC o del PP para aprobarlo— se decide por dar la mano a los socialistas que se oponen frontalmente al Blau@Ictinea.

El resto de los proyectos son transformaciones en curso, como la renovación de Can Batlló, la transformación de los cuarteles de Sant Andreu o la colonia Castells, del barrio de Les Corts. El PAM de Trias sigue con otras planificaciones urbanísticas —muchas de ellas votadas por CiU— proyectadas hace años, como la Verneda Industrial y la Marina del Prat Vermell en el barrio de la Zona Franca, que la crisis ha paralizado. Trias quiere concluir la cobertura de las vías del barrio de Sants y se plantea un nuevo eje cívico en la avenida de Pere IV de Sant Martí, una de las antiguas carreteras de entrada y salida de la ciudad.

Y destaca que bajo el epígrafe de “barrios productivos” se incluya la revisión del Plan de Usos de Ciutat Vella. Es una revisión que va encaminada a conceder más licencias hoteleras y de apartamentos turísticos. Bajo ese mismo epígrafe se incluye proseguir con las obras de la Ronda del Mig —entre Lesseps y Escorial— y la ampliación de las aceras de Balmes.

Lo que no se concreta es un calendario estimado y las prioridades de la inversión, que será de 1.900 millones de euros para todo el mandato. De hecho, en el PAM que se votará el miércoles en la comisión de presidencia no hay ni una sola cifra. Por ejemplo, la hoja de ruta se refiere al incremento de las plantillas de la Guardia Urbana y de los bomberos, pero sin concretar. Fue el primer teniente de alcalde, Joaquim Forn, el que lo puntualizó: serán 600 guardias urbanos y 150 bomberos.

Esta falta de concreción puede ser la mejor herramienta para negociar los votos que CiU necesita si quiere tener un plan aprobado para el mandato.