¿A 85 o a 130 kilómetros por hora?
Los peritos discrepan sobre las causas de un accidente mortal en la M-607 La madre del fallecido reclama a la Comunidad por el mal estado y mala señalización de la vía
Dos peritos y dos versiones completamente distintas del accidente en el que murió Juan Calleja, de 22 años, en octubre de 2008. Detrás está la llamada curva de la muerte de la carretera de Colmenar (M-607), donde la madre del fallecido grabó en febrero de 2010 el vídeo de un accidente similar al que costó la vida a su hijo. Ahora, cerrado el proceso en la vía penal, la mujer, Esther Rincón, pide que la Comunidad de Madrid asuma su responsabilidad patrimonial por el mal estado en que estaba la vía y la escasa señalización que avisaba del peligroso tramo del kilómetro 28,800.
Los peritos han estado declarando sobre sendos informes durante más de dos horas en la sede del Juzgado Contencioso-Administrativo de la calle de Génova. El primer especialista, que redactó su informe a petición de la madre y del abogado de esta Aitor Canales Santander, ha explicado que el firme de la carretera estaba "pulimentado, usado y mal conservado", por lo que la adherencia del mismo era muy baja. A eso se unió que la mañana en la que falleció Juan Calleja había llovido de forma abundante y que el asfalto no pudo evacuar todo el agua caída.
Como el accidente se produjo en seis acciones consecutivas, el perito reconstruyó el accidente desde el estado en que quedó el vehículo y en el minucioso atestado redactado por los especialistas de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. Tras someter sus cálculos a un índice corrector, determinó que el conductor fallecido circulaba a una velocidad de 85 kilómetros por hora. En aquel entonces, la velocidad máxima permitida estaba fijada en 100 kilómetros por hora. "Es imposible que fuera a más velocidad, ya que, si hubiera corrido más, habría salido por el lado contrario al que lo hizo", ha destacado el primer perito.
El otro especialista, contratado por la compañía de seguros contratada por la Comunidad de Madrid, ha mantenido una tesis completamente distinta a su colega. Ha mantenido que el Volkswagen Polo que conducía Calleja llegó a la entrada de la curva a 130 kilómetros por hora. El perito ha asegurado que las ruedas del vehículo tenían "un dibujo regular" y que la vía estaba perfecta y sin agua. "Llovió menos de cinco litros por metro cuadrado en las últimas horas y esa cantidad es irrelevante en una carretera. Solo se daría en una vía horizontal, plana y que embalsara el agua", ha destacado este ingeniero. También ha asegurado que el peralte de la curva (considerado prácticamente nulo por especialistas) también habría ayudado a evitar el accidente.
El caso ha quedado pendiente de que las tres partes implicadas (la demandante Esther Rincón, el Gobierno regional y la aseguradora) redacten sus informes finales y la magistrada dicte sentencia. Meses después del vídeo de denuncia de la madre de Calleja, la Comunidad de Madrid arregló la curva y redujo la velocidad en ese tramo.
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