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Capturado un lugarteniente del hijastro de Laureano Oubiña

Ramón Dorgambide se encontraba en busca y captura desde julio del pasado año cuando no compareció un juicio

Agentes adscritos a la Comisaría de León arrestaron el domingo al arousano José Ramón Dorgambide Casáis, uno de los hombres de confianza del narcotraficante David Pérez Lago, hijastro de Laureano Oubiña. Dorgambide está implicado en el desembarco de 6.000 kilos de cocaína en abril de 2006, una operación dirigida por Pérez Lago.

Ramón Dorgambide, de 42 años, alias Pequeño y Enano, se encontraba en busca y captura desde julio del pasado año cuando no compareció en la Audiencia Nacional donde se celebró el juicio por estos hechos y en el que se sentaron en el banquillo Pérez Lago y otros 10 colaboradores en aquella operación. Desde entonces le seguían la pista los agentes de la unidad policial Greco de Galicia, que desarrollaron el operativo y la consiguiente redada tras el desembarco en una playa en A Costa da Morte.

Dorgambide ya había estado escapado de otra operación anterior pero fue detenido en Cambados. Ahora será juzgado en rebeldía por la Sección Primera de la Audiencia Nacional, el mismo tribunal que condenó a sus compañeros de organización al alcanzar un acuerdo de conformidad con la fiscalía por lo que vieron rebajadas sus condenas.

El fiscal había solicitado inicialmente para Ramón Dorgambide 18 años de cárcel y 900 millones de euros de multas aunque luego le rebajó la pena a siete años y 600 millones de euros de indemnización en sus conclusiones provisionales, si bien el incidente de fuga será considerado como un agravante.

Dorgambide participó en las dos operaciones que tuvieron lugar entre el 5 y el 25 de abril de 2006. David Pérez Lago era el encargado de coordinar cómo y dónde debían encontrarse la embarcación que traía la cocaína y la que iba a recogerla. Pero la primera tuvo un grave problema de navegación que obligó a la tripulación a quedar a la deriva. Tras llegar otra embarcación de auxilio y hundir la lanzadera averiada, vuelven a surgir nuevos problemas: se quedan sin combustible.

Entonces Pérez Lago, acompañado por su lugarteniente Ramón Dorgambide, localizan una tercera embarcación para repostar gasóleo, pero todo queda en un intento porque la lancha a la deriva es interceptada por una patrullera de salvamento de Marruecos. La segunda operación, de 1.700 kilos, resultó otro fracaso al desatarse un fuerte temporal.

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