Dos candidatos desafían al favorito Santos Héctor en el PSOE pontevedrés

Tras llegar a un acuerdo ayer mismo con el diputado autonómico Luis Piña, que la víspera aseguraba contar con el apoyo del 30% de los compromisarios, la candidatura del edil vigués Santos Héctor se sitúa hoy como la gran favorita para hacerse con la victoria en el congreso del PSOE de Pontevedra, que cierra la gira de cónclaves provinciales antes de las primarias que elegirán al candidato socialista a la Xunta.

Señalado como el preferido de la dirección gallega, Piña se suma con este pacto al pacto entre el sector vigués y la mayoría del pontevedrés, afín al líder saliente, Modesto Pose, que le había acusado de “traición” cuando dejó la ejecutiva provincial en vísperas del congreso federal del PSOE que eligió a Rubalcaba como líder estatal. El pacto con Abel Caballero, que fue determinante entonces, se reedita ahora a pesar de que la asamblea viguesa no respaldó el trabajo de la Ejecutiva.

Ni Guillermo Meijón desde el lado pontevedrés ni Carmela Silva desde el vigués satisficieron a los respectivos grupos, que llegaron a la solución de compromiso de Héctor. El concejal de Emprego, Participación Cidadá e Voluntariado de Vigo es una incógnita en cuanto a sus propuestas y preferencias organizativas, que rechazó comentar antes de la celebración del congreso, pero está bregado en las artes de la negociación tras una larga trayectoria en UGT, y se ha acostumbrado a encajar sin soliviantarse las chanzas del presidente de la Diputación, Rafael Louzán, al que se enfrenta mensualmente en los plenos provinciales como portavoz de los socialistas.

Cacabelos, exalcalde de O Grove, tachó de “mercadeos” los últimos acuerdos

Enfrente, con posibilidades reducidas de dar la sorpresa, permanecen, salvo pacto de último minuto, el alcalde de Caldas, Juan Manuel Rey, y el exregidor de O Grove José Antonio Cacabelos. Ambos han rechazado ofertas para integrarse y han criticado los movimientos previos al congreso. El grovense fue quizás el más expresivo el pasado miércoles, cuando hizo oficial que se presentaba definitivamente y tachó de “mercadeos” las negociaciones de las últimas semanas. “Los pactos son posibles, pero tal como se han planteado fallan por la base. Lo que se ha venido planteando es entrar en un puesto determinado a cambio de arrastrar apoyos para una candidatura. Eso no es bueno. Lo que los militantes y la sociedad nos piden es otra cosa, que se hable de política”, reflexiona. “Las alianzas son lícitas, pero luego se dan unos consensos artificiales”.

“El liderazgo que hay en otras provincias no existe de forma clara en esta, eso es lo que ha dado pie a que hubiese tantos candidatos”, apunta, por su parte, Rey, con un discurso muy próximo al de Cacabelos. “Y si no existe es básicamente porque la actitud de la anterior ejecutiva lo impidió, es algo que está en el debe de quien estuvo al frente del partido”, acusa. Tanto uno como otro han asegurado que no entrarán a formar parte de la nueva ejecutiva en caso de perder la votación. “Si mi grupo lo acepta lo respaldaré, pero yo no voy a estar”, zanja Rey. “Tomé una decisión arriesgada y la asumo, si no soy secretario no voy a estar en otra ejecutiva”, afirma Cacabelos. Ambos esperan logran el 20% de avales para presentarse pero no las tienen todas consigo.

Con la candidatura de Héctor tomando ventaja, queda por ver cómo se soluciona uno de los temas de roce en los últimos meses, el peso de las agrupaciones en función del territorio y la población, en la que Piña viene defendiendo “el equilibro al 100% entre pequeños y grandes”. Ello choca con el ímpetu del sector vigués y el de Pose, que ha repetido que el partido representa “personas y no kilómetros cuadrados”. La sustitución de las votaciones por compromisarios y su reemplazo por primarias abiertas es otras de las cuestiones que se debaten.