Atraco matinal con una bomba falsa

La apertura de ayer no se les olvidará a los empleados de la perfumería Bodybell del número 138 de la calle del Doctor Esquerdo, en el distrito de Retiro. El establecimiento fue robado por al menos cuatro personas (dos en el interior y otras dos vigilando fuera), una de las cuales llevaba un paquete que simulaba ser una bomba. Además de los 1.300 euros que había en la caja fuerte, se llevaron numerosos perfumes y cosméticos que aún no han sido valorados, según confirmaron fuentes policiales.

Los hechos ocurrieron a las nueve de la mañana cuando fueron a abrir dos empleados de la perfumería. Junto a ellos estaba un hombre con cara de despistado y que se hacía pasar por un yonqui. En cuanto se acercaron a la puerta, se puso junto a ellos por la espalda y les colocó un objeto cortante. Enseguida se aproximó otro hombre que les sacó un revólver, les enseñó una pistola semiautomática y el falso paquete explosivo.

Los ladrones obligaron a los dependientes a darles el dinero de las cajas fuerte y registradora. Justo en ese momento llegaron otras dos empleadas, a las que también intimidaron con las armas. Las pusieron a hacer paquetes con los productos más caros de la tienda, mientras el segundo atracador que entró en el local hablaba por teléfono. “Trae el camión grande, que no entra toda la mercancía”, le decía a su interlocutor.

Hasta el viandante

Como el camión no llegó, los ladrones ordenaron a los empleados que se pusieran el uniforme. Tenían que sacar todas las cajas que habían preparado y ponerlas en dos coches que estaban aparcados en las inmediaciones. En la calle, dos mujeres que estaban junto a los vehículos vigilaban en todo momento. No paraban de mirar a todos los lados de la calle para ver si ocurría algo extraño, según la policía. Un viandante se percató de que algo raro estaba ocurriendo, por lo que se quedó mirando. Antes de que se diera cuenta, los asaltantes le obligaron a entrar en la tienda y sacar las cajas que tenían que meter en los turismos.

Cuando terminaron de cargar la mercancía, los delincuentes metieron a los cuatro empleados y al paseante en la tienda y les dejaron el paquete junto a ellos. Les dijeron que no avisaran a la policía o harían explosionar el artefacto que contenía. Las víctimas no les hicieron caso y alertaron al 091 a las 9.45. Fue necesario que acudieran los técnicos en desactivación de explosivos (Tedax), que comprobaron que no había explosivos dentro.