“Si salgo elegido, buscaré la unidad con una ejecutiva plural”

Hace poco más de tres años que se metió en la política activa, cuando Zapatero lo nombró ministro de Justicia, y ahora, tras ocupar dos años “el cargo honorario”, dice, de presidente provincial del PSdeG en A Coruña y ser diputado en el Congreso, aspira a sustituir al veterano Salvador Fernández Moreda y tomar las riendas de la organización más numerosa del partido en Galicia. A Francisco Caamaño (Cee, 1963) no le preocupa ser tres a optar mañana, en el congreso provincial, a la secretaría. Aplaza cualquier acuerdo o integración a la composición de la ejecutiva que se elegirá en una segunda votación.

Pregunta. ¿Es posible un acuerdo para evitar llegar al congreso con tres candidatos a dirigir el PSOE coruñés?

Respuesta. Presento un proyecto abierto a toda la militancia, para sumar a todos. Todos somos necesarios y voy a trabajar, tras la elección del secretario general, para la unidad que espera la militancia. Me sorprende que haya un candidato que nunca utiliza esta palabra.

P. Uno de ellos, José Manuel Lage, sí clama con insistencia por un acuerdo para elegir una nueva dirección con el mayor apoyo posible.

R. Creo que todo secretario debe hacer un esfuerzo de integración tras su elección, estando atento a los resultados de esa primera votación. Llego a este congreso sin ningún tipo de atadura. Si soy elegido secretario provincial, trabajaré desde ese momento por conseguir esa unidad a través de una ejecutiva plural que agrupe a la mayoría del partido.

P. Cuenta con el apoyo de la ejecutiva saliente que encabeza Moreda.

R. No afirmaría eso. Dentro de esa ejecutiva hay una representación plural de la provincia y supongo que cada cual tiene sus preferencias. A mí me apoyan, creo, muchos militantes que consideran que la provincia de A Coruña tiene que tener su propia voz en el PSdeG.

P. ¿Fue adecuada la reacción de la ejecutiva saliente al batacazo de las elecciones municipales de 2011?

R. Fui presidente de esa ejecutiva aunque estaba volcado en mis tareas como ministro. El batacazo electoral lo padeció el partido socialista en toda España. Lo que se produjo en A Coruña es similar a la que se pudo registrar en Madrid, Gijón o Barcelona. Quiero subrayar que en Galicia hubo que montar en 30 meses una nueva estructura, pasando de agrupaciones comarcales a cuatro provinciales. Tiene su valor empezar desde cero una estructura.

P. ¿Pero cree que debe cambiar la forma de dirigir la provincia?

R. Sin duda. Creo que tenemos muchisimas cosas que cambiar en las ideas, las propuestas, la organización. También tenemos que cambiar a las personas. Hay que tener un proyecto político renovado de izquierda. A mí me gustaría tener una organización adecuada, que no hubiese delegados y se decidieran los cargos y candidatos en elecciones primarias. A mí me gustaría que la ejecutiva provincial del partido estuviera todos los días apoyando a las agrupaciones locales

P. ¿Habrá de nuevo un presidente provincial, una figura que sólo existe en A Coruña?

R. No me he comprometido en ningún momento, si soy elegido secretario general, a que haya esa figura. Tampoco he comprometido en ningún lugar ninguna configuración especial de una ejecutiva. A mí me gustaría una ejecutiva renovada en las personas y que atendiese la necesidad de incorporar gente joven al partido, y que también algunos de sus miembros tuviesen alguna disponibilidad. La nueva ejecutiva debe tejer una red de trabajo día a día con las 90 agrupaciones de la provincia para recuperar lo antes posible el poder local.

P. ¿No será un lastre si la nueva ejecutiva, sin un acuerdo, sólo cuente con poco más de la mitad de los votos?

R. No, la democracia nunca puede ser un lastre. Decide la mayoría. En Sevilla el congreso federal se resolvió por un margen reducido de votos. Lo mismo pasó en el gallego. Evidentemente cuanto más apoyos tenga, mejor, pero al día siguiente de un congreso, absolutamente todos los socialistas vamos a apoyar al nuevo secretario general y su ejecutiva.