Fabra esboza una dirección amplia en el PP para reducir la disidencia

El presidente regional del PP y de la Generalitat, Alberto Fabra, tiene previsto presentar en el 13º congreso regional del partido una propuesta de dirección amplia para intentar reducir la contestación interna, sobre todo en la provincia de Valencia.

Fabra pretende, si las negociaciones de última hora no le obligan a introducir cambios, presentarse en Alicante ante los compromisarios con una dirección que visualice la presencia de las tres provincias.

Así, al próximo secretario general del PP regional, el consejero de Gobernación Serafín Castellano, lo acompañaría en las vicesecretarías un referente claro de cada provincia. Por Alicante se integraría el actual presidente provincial del PP, Miguel Ortiz, que no presentará candidatura en el congreso provincial. Por la provincia de Castellón, se da como segura la entrada como vicesecretaria de Marisol Llinares, actual secretaria del PP provincial y una persona de absoluta confianza de Alberto Fabra.

Respecto a la provincia de Valencia, Jorge Bellver, hombre de confianza de Rita Barberá y uno de los redactores de las tres ponencias, sería el encargado de atenuar las ronchas que ha levantado en la organización provincial el nombramiento de Castellano.

El secretario general saliente, Antonio Clemente, mantendría buena parte de su estatus con la figura de coordinador de ponencias, una figura que introdujo Francisco Camps en su momento, y que permitiría a Clemente mantenerse en la dirección del Grupo Popular.

Por debajo de la secretaría general y las vicesecretarías antes indicadas, Fabra ha decidido abrir la mano para intentar contentar al mayor número de sectores del partido.

Durante toda la jornada de ayer, los contactos se sucedieron para intentar incorporar a personas de confianza del presidente provincial de Valencia y de la Diputación, Alfonso Rus, que no oculta el malestar existente por el hecho de que su principal rival, Serafín Castellano, vaya a ser el número dos del PP regional.

El líder regional intenta debilitar a Rus incorporando a sus seguidores

Habitualmente, los congresos regionales del PP han elegido a su presidente con porcentajes de voto afirmativo superiores al 98%, a excepción del cónclave de 2004 celebrado en Castellón, donde los zaplanistas castigaron a Francisco Camps, que solo pudo obtener el 78% del respaldo. Un auténtico terremoto para un partido como el PP.

Algunos de los principales seguidores de Rus, como el secretario provincial Vicente Betoret o el alcalde de Gandia, Arturo Torró, también miembro de una de las ponencias, rechazaron la oferta de Castellano para integrarse en la candidatura.

En cambio, otros cargos afines a Rus de menor relevancia aceptaron incorporarse, tras consultar con el presidente provincial, como Máximo Caturla —que forma parte del equipo de gobierno de la Diputación de Valencia— o el alcalde de Paiporta, Vicente Ibor. La estrategia de Alberto Fabra durante toda la jornada de ayer fue mantener las ofertas de integración a los seguidores de Alfonso Rus en un intento de romper su resistencia y evitar un voto de castigo en el congreso del PP.

Sin embargo, el disgusto era manifiesto y fuentes populares daban por hecho de que la votación reflejará el malestar existente por la decisión de Fabra de catapultar a Castellano.

Clemente puede mantenerse como coordinador en la nueva dirección

La dirección provincial del PP de Valencia tiene previsto convocar su congreso para el próximo 7 de julio, en el que Rus está dispuesto a batirse el cobre con cualquiera que aspire a disputarle la presidencia.

En la provincia de Castellón no hay problemas y, finalmente, Esther Pallardó, compañera sentimental de Carlos Fabra, presidente provincial del PP, podría también incorporarse.

Carlos Fabra aseguró ayer en Castellón que le ofreció a Alberto Fabra dimitir como presidente provincial para que no hubiese imputados en el comité ejecutivo del PP regional, órgano del que es miembro nato, informa Lorena Ortega. “Le he ofrecido al presidente que, como soy electo nato por ser presidente provincial, le mandaba mi dimisión para que no hubiese nadie en esas condiciones”, dijo Carlos Fabra.

“Si me lo pidiera habría dimitido”, prosiguió el líder del PP de Castellón, “pero no me lo ha pedido ni él ni el presidente nacional del partido, Mariano Rajoy. Por alguna razón será”.

En este contexto, Carlos Fabra sacó pecho: “Podría haber seguido como presidente de la Diputación y, además, hubiera obtenido 18 diputados contra ocho del PSPV porque cada vez que me he presentado he sacado más votos a pesar de llevar imputado casi nueve años en este proceso judicial mediatico-político urdido [por el PSOE]”.