Huelga indefinida en un centro de día de San Sebastián de los Reyes

“La Comunidad está aprovechando nuestra huelga como excusa para cerrar el centro, igual que tiene previsto con otros". Una trabajadora alerta del peligro que corren, a su juicio, los espacios de atención a ancianos de la región. Su voz quebrada transmite por teléfono la desesperación y el miedo por su incierto futuro laboral. Es una de las 13 empleadas que el pasado 11 de abril iniciaron una huelga indefinida en un centro de día de San Sebastián de los Reyes ante los impagos de la empresa Aser, que les debe tres nóminas.

No quiere decir su nombre porque teme que la despidan aunque, según dice, ya tienen el “futuro muy negro”. Su compañía, la adjudicataria del centro situado en la calle del Pilar del municipio, está en suspensión de pagos e intervenida por la Seguridad Social, pero el Gobierno regional sigue cumpliendo con los pagos, que son retenidos por las deudas de la empresa.

“Aser nos adelantó que tampoco nos pagarían mayo”, explica la misma trabajadora, “por eso actuamos. Tenemos que pagar alquileres, hipotecas, facturas...” Poco después, continúa, el problema económico abrió la posibilidad del cierre de las instalaciones como ya ocurrió con dos centros de día de la Comunidad, Puente de Toledo y de Leganés II, que dejó a 24 trabajadores sin empleo.

Desde la Comunidad insisten en que estas clausuras son “temporales” hasta que se encuentren soluciones a largo plazo. En el caso de San Sebastián de los Reyes, afirman que están estudiando "todas las opciones", como reubicar a los ancianos en centros cercanos o cambiar la empresa adjudicataria. Un portavoz de la Consejería de Asuntos Sociales recalca que el problema de los trabajadores es "con la compañía y no con la Comunidad", que “solo debe estar pendiente de que los servicios se proporcionen bien a los usuarios”.

Marga Enderiz, responsable del área de centros de día concertados de CC OO, explica que los servicios funcionaban bien “hasta ahora” porque las empleadas hacían el trabajo “sin cobrar”. Enderiz duda de todo. “Los ancianos reubicados están en peores condiciones porque el número de usuarios de los centros crece pero no el número de trabajadores”. Pero sobre todo, duda de que cambien de empresa. “El 31 de mayo termina el contrato con Aser y todavía no lo han sacado a concurso. En los dos centros que cerraron sucedió lo mismo”, asevera mientras añade que están aprovechando la situación para hacer más recortes sin anunciarlos.

Estas clausuras son temporales hasta que se encuentren soluciones a largo plazo

Rubén Holguera, portavoz de Izquierda Independiente Iniciativa por San Sebastián de los Reyes, se denuncia la situación actual del centro. “Ahora mismo hay vecinos del municipio que siguen yendo. Las trabajadoras están en huelga y solo hay dos auxiliares de enfermería. No hay limpieza ni enfermeras. Es insalubre”, expone. Culpa también al Ayuntamiento, gobernado por el PP, porque “se desentiende a pesar de que estos ancianos también son vecinos de la localidad”.

Coincide con la empleada y con la responsable de CCOO. “No queremos que se haga como en otros centros. No queremos que lo cierren y que los trabajadores se queden en paro”, asegura para concluir: “La Comunidad ha cumplido con el pago, pero el servicio no es correcto a nivel higiénico”. La trabajadora lo confirma, pero puntualiza que el trato humano sigue siendo inmejorable. “Estamos en huelga, la limpieza es lo primero que se nota”, señala.

Para ella, la solución pasa por que cambie la empresa adjudicataria y mantenga la plantilla acutal. "Ni siquiera reclamamos que nos paguen lo que nos debe Aser, solo empezar a cobrar desde el primer día". En la empresa prefieren mantener el silencio. Como mucho, tras la petición de hablar con prensa, la interlocutora dice: “no hay declaraciones...”. Y cuelga.

Hasta ahora, esta compañía gestionaba ocho centros. Todos comparten similares problemas y han iniciado sendas huelgas, aunque solo cinco las mantienen activas, según la trabajadora consultada por este diario. “Llevamos muchos años luchando por derechos básicos”, dice, cansada de luchar pero a la vez sin rendirse. “Lo único que queremos es trabajar otra vez”.