El PP se postula como referente del centro

En torno a las siete de la tarde del próximo sábado, aunque lo habitual en los congresos de los partidos es incumplir todos los horarios, Antonio Basagoiti será reelegido en el Palacio Euskalduna de Bilbao para un segundo mandato al frente del PP vasco. Único candidato, su reto pasa por superar el 82,3% de apoyo que logró en ese mismo lugar hace casi cuatro años, cuando se hizo cargo de un partido dividido y en el peor momento de su historia tras la dimisión de María San Gil. Pero, más allá de porcentajes, el congreso servirá para consolidar, con la solemnidad que ofrece la cita más importante de la vida interna de cualquier formación política, el proyecto de un PP renovado que aspira a representar una alternativa real al PNV y convertirse en el referente del centro-derecha vasco, “más desde el centro que desde la derecha”, frase que emplea de uno de sus dirigentes.

La primera etapa para ello pasa por las trascendentales autonómicas del próximo año. “Del congreso tiene que salir un partido preparado para unas elecciones en las que lo que se juega, más que nunca antes, es el modelo de país. Y preparado para lo que vendrá después: la ofensiva nacionalista”, comenta un parlamentario y miembro de la actual ejecutiva, resumiendo la opinión de más de media docena de sus compañeros.

La cita del próximo fin de semana, que Mariano Rajoy clausurará el día 13 con un discurso “importante”, en expresión de un dirigente cercano a Basagoiti, tiene para el partido ese valor principal: lanzar a la sociedad una oferta tanto política como electoral centrada en el valor de “la convivencia” y en plantear un modelo de sociedad “moderno y abierto” para el siglo XXI, por encima de las dicotomías izquierda-derecha y nacionalismo-no nacionalismo.

Basagoiti tiene el reto de superar el 82,3% de apoyo de su elección en 2008

Más allá de sus planteamientos sobre el final de ETA, esa es una de las claves de la formulación estratégica que plantea la ponencia política del congreso, redactada por el presidente del PP en Gipuzkoa, Borja Sémper, no en vano uno de los referentes de la renovación del partido, el principio nuclear del mandato de Basagoiti.

“Ahora toca formular la propuesta de la alternativa, ir al centro del país en un momento en que el PNV va a tener una deriva clara en su estrategia en relación con la izquierda abertzale y el PSE está jugando a su electorado de izquierdas”, opina un dirigente que repetirá en la nueva ejecutiva.

“Más que nunca, en 2013 lo que se juega es el modelo de país”, dicen los populares

Las encuestas —la última de hace dos meses— y estudios que maneja el partido siguen marcando una tendencia al alza de PNV y PP, la irrupción de Bildu y el desplome socialista. El escenario global con que trabajan los populares pasa por no enfrentarse con el PSE por la primacía de la familia no nacionalista, sino asentar una imagen y una oferta de partido con vocación de gobierno que, reforzado en las urnas, serviría como factor para que Euskadi no se “escorase al independentismo”. De esa forma, el PP, que resultó definitivo en 2009 para que los socialistas llegasen a Ajuria Enea, intentaría volver a jugar un papel protagonista en esta ocasión para que el PNV no optase por un desafío independentista. Los populares dan por hecho que existen muy escasas posibilidades de que se repita en 2013 la posibilidad de sumar una mayoría absoluta (38 escaños) con el PSE.

El cambio registrado en el PP vasco es que ha pasado de plantar su rivalidad con el nacionalismo en términos de enfrentamiento puro, duro y permanente, lo que marcó su política durante muchos años hasta 2008, a hacerlo con Basagoiti desde una posición más centrada y en la que se tiende la mano a llegar a acuerdos con los nacionalistas o se pactan incluso presupuestos con ellos, como en Bizkaia. De hecho, la relación entre Basagoiti y su homólogo peneuvista, Iñigo Urkullu, es la mejor que nunca han mantenido los responsables de ambos partidos.

El PP asevera que los recortes y la crisis no le pasarán factura en las urnas

El mayor enfrentamiento político que mantiene ahora el PP, y que va a ir creciendo, se registra, irónicamente, con el Gobierno y la formación de los que sigue siendo socio. “Están adoptando una posición que complica mucho las cosas”, decía ayer mismo un responsable del PP ante la ofensiva del Ejecutivo de Patxi López contra los recortes de Rajoy. Y es que una cosa, añade esta misma fuente, es la crítica y otra un recurso ante el Tribunal Constitucional como el que prepara el Gabinete contra las medidas en sanidad y educación. El lehendakari y Basagoiti mantuvieron anteayer en el Parlamento uno de sus cara a cara más duros, incluso después de que ambos acordasen un cierto “pacto en las discrepancias” tras el conflicto que supuso el ataque del líder popular contra su socio con Homer Simpson de ejemplo.

“Estar en La Moncloa suma más que resta”, apunta un dirigente

“Su intención es acabar la legislatura y la nuestra, si no desvarían mucho, también. Veremos”, apunta otro parlamentario.

Pese a la actual crudeza de la polémica y la contestación social, la impresión generalizada —en buena parte teñida de confianza— que se maneja en la dirección del PP es que los recortes y la situación económica no tendrán un peso fundamental en las urnas en 2013. “Vamos a ver si tras estos primeros meses, que van a ser los de las medidas más difíciles, cala la percepción de que se ha hecho lo que se tenía que hacer y la confianza”, se muestra esperanzado un miembro de la actual y de la próxima dirección.

Los populares son conscientes que sus rivales van a usar cada vez más en su contra esta cuestión, pero quieren poner en su haber dos puntos: la campaña y los comicios se jugarán básicamente en el modelo de país, más que en la economía, y, pese a la crisis, “estar en La Moncloa suma más que resta”. En primavera próxima la situación económica seguirá siendo mala y el paro habrá crecido, pero una perspectiva de próxima mejoría puede jugar a favor del partido que ocupa el Gobierno central, reflexiona un asesor de Basagoiti.

“Es una situación compleja, pero no nos preocupa demasiado. Si se explica y se hace bien no debería dañarnos”, opina otro de los consultados.

De hecho, la ponencia económica redactada por la portavoz en las Juntas vizcaínas, Esther Martínez, no entra explícitamente a defender los recortes, más allá de una defensa genérica de que debe ser “irrenunciable” para cualquier Administración cumplir los objetivos de déficit y plantear un consenso entre Gobierno vasco, Diputaciones y Ayuntamientos para aplicar las reformas estructurales que ya ha aprobado el Ejecutivo de Rajoy e “impulsar algunas otras”.