Jorquera, en la escalera de todos
La política debería significar compartir sueños e ilusiones, y trabajo para hacerlos realidad
Paco Jorquera y yo somos del mismo partido. Decir “del mismo frente” sería mucho más exacto pero sonaría algo cursi. Todo lo que yo puedo decir de Paco es bueno. Y no solo por seguir cumpliendo mi norma de hablar siempre bien de los compañeros, sino porque él se lo merece.
No recuerdo desde cuándo conozco a Paco Jorquera pero me da la impresión que desde casi siempre. Será porque los dos crecimos como personas acompañados de nuestro compromiso con Galicia y con el nacionalismo. Con la que está cayendo sobre la política española y con todo lo que se ve y escucha cada día, resulta muy gratificante saber que de lo único de lo que nos podemos acordar Paco y yo en nuestra dilatada relación política es de las muchas horas compartiendo sueños e ilusiones. La política debería ser eso siempre: sueños e ilusiones, y trabajo para hacerlos realidad.
Muchas veces los dos hablamos de que el motor de nuestro compromiso era el mutuo convencimiento de que, por desgracia, no vivíamos en el mejor de los mundos posibles y que merecía la pena intentar cambiarlo desde Galicia y para Galicia. Ahora, aunque tenemos ámbitos de vida diferentes y ya no podemos hablar tanto, seguro que seguimos pensando lo mismo, sin perder de vista que, a pesar de todo, vivimos en el mejor de los mundos conocidos. Y que a partir de ahí todo está por hacer.
Peldaños
Ferrol, 1961. Licenciado en Xeografía e Historia por la Universidade de Santiago.
1982. Participa en la fundacion del Bloque Nacionalista Galego.
1978-1986. Pertenece a la organización estudiantil ERGA donde llega a ser secretario general y participa en la fundación de los Comités Abertos de Facultade (CAF).
1990-2003. Secretario técnico del BNG.
2005-2008. Senador por designacion autonómica.
2009. Miembro de la Executiva Nacional del BNG.
2011. Portavoz del BNG en el Congreso de los Diputados.
2012. Elegido candidato a presidente de la Xunta.
En Paco encontrará usted un hombre metódico y rabiosamente ordenado. Trabajador incansable. Disciplinado hasta lo inconveniente. Pero sobre todo encontrará un tipo normal. Es corriente escuchar decir a mucha gente que “los políticos están alejados de la realidad”. Conozco a algunos, de todos los signos, que cumplen esa norma. Aunque también debo decir que conozco a muchos más sin responsabilidades políticas pero con importantísimas responsabilidades sociales, en el mundo económico, empresarial, mediático o judicial, que tienen la misma característica. Gente de aquí que parece ser de Marte y que tiene la extraña cualidad de hacerle sentir a uno habitante de ese alejado planeta. Si usted tiene la oportunidad de escuchar a Jorquera, se dará cuenta de que es una persona con los pies en la tierra. Con él, antes que de política, podrá hablar de preocupaciones comunes: de su ciudad, por la que sufre; de sus hijos, por los que siente devoción; del pariente en el paro, que también los tiene. Vamos, ¡un tipo como usted!
Cuando escuche decir a Paco que se siente parte de un proyecto colectivo, no piense que es retórica fácil de político. Lo dice siempre como expresión de un convencimiento personal profundo. Está convencido Paco de que, más allá de las improntas personales, lo que vale y cuenta en la vida es el trabajo en equipo. Quizá por eso, la virtud fundamental de su escalera favorita no es la de permitirle a él subir o bajar, sino la de congregar la expresión colectiva de libertad de mucha gente. Ha querido fotografiarse en la escaleras de la plaza de A Quintana, que tantas veces convocaron y convocarán las ilusiones colectivas e individuales de tantos gallegos y gallegas que se sienten orgullosos de serlo. Paco está entre ellos. Una organización política necesita de personas como él. Y Galicia también.
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