El Budocnost sorprende a triples al Valencia Basket
El conjunto de Perasovic debe vencer por más de cuatro puntos en la Fonteta para estar en Moscú
El primer paso para alcanzar la Final a Cuatro de la Euroliga a celebrar en Moscú, pasaba por la ciudad montenegrina de Podgorica. El Valencia Basket se medía en el encuentro de ida ante el KK Budocnost, uno de tantos meritorios equipos de baloncesto que hacen valer sus ambientes volcánicos. En el carácter balcánico no existe la palabra rendición y sí la fe. Con más oficio y talento, el Valencia Basket se vio sorprendido al final por la voluntad del conjunto montenegrino, que con un último parcial de 16-2, y a base de triples en todo el encuentro, se llevó una victoria mínima que le permite mantener la ilusión. Superar los cuatro puntos de diferencia es lo que tendrá que realizar el Valencia Basket dentro de siete días en La Fonteta para estar en Moscú.
KK Budocnost, 75 - Valencia Basket, 71
75 - KK Budocnost Voli (20+20+14+21): Anderson (15), Krstovic (9), A. Popovic (6), Vitkovac (2), Dubljevic (15) -cinco titular- Mihailovic (6), Milosevic (8), M. Popovic (3), Ivanovic(9), Rizvic (2).
71 - Valencia Basket (21+18+22+): San Miguel (1), Martínez (5), Claver (10), Caner-Medley (8), Lishchuk (10) -cinco titular- Markovic (4), Ogilvy (6), Newley (-), Faverani (4), Pietrus (11) y De Colo (12).
Arbitros: Cerebuch (ITA), Koromilas (GRE) y Trawicki (POL). Eliminaron por faltas personales al visitante De Colo (m.35).
Incidencias: partido de ida de la eliminatoria de cuartos de final de la Euroliga, disputado en el JP Centar Moraa de Podgorica ante 3.100 espectadores.
La intensidad no es negociable para Velimir Perasovic. Desde su llegada a La Fonteta, el técnico croata ha impuesto a sus jugadores que se empleen con máxima energía. El nivel de concentración debe de ser constante, desde el primer minuto hasta el último. Todo ello se ve reflejado en la pintura, donde el Valencia Basket comienza a marcar diferencias impuestas al principio y no al final.
El alto rendimiento individual redunda en la organización colectiva. Lishcuck se erigió en el protagonista inicial. Del pívot ucraniano fueron los primeros ocho puntos del Valencia Basket, con cuatro canastas bajo el aro, que frenaron el ímpetu y la ilusión del KK Budocnost. La buena mano de sus jugadores exteriores del conjunto montenegrino, evitaron que el equipo naranja despegara en el marcador que concluyó con la mínima ventaja valenciana (20-21), en el primer cuarto. En el inicio del segundo el conjunto de Perasovic puso tierra de por medio llegando a conseguir una ventaja de 10 puntos y con la rémora de la escasa participación de Rafa Martínez, que en el primer minuto del encuentro se cargó con dos personales. La tercera le llegó al inicio del segundo cuarto. El base reapareció en el tercero. Contrariamente a los preceptos de Perasovic, el Valencia Basket, fiado a su superioridad, se relajó en exceso. Cerraba bien el juego ofensivo interior montenegrino, pero no el exterior. A base de triples el Budocnost llego al descanso un punto por delante (40-39).
La anotación del conjunto de Perasovic mantenía el ritmo adecuado. Sin embargo, el bagaje defensivo sangraba. Crecido el Budocnost, la pasión balcánica comenzó a asomar en la grada. Al juego le faltaba ritmo debido a las continuas personales indicadas por unos árbitros sensibles con los contactos y por las constantes pausas por los problemas del marcador electrónico, que no marcaba adecuadamente el tiempo y que alargaron eternamente el tercer cuarto en el que el Valencia Basket, con más destreza defensiva, se situó de nuevo en ventaja (54-61). En el último volvió la relajación del conjunto de Perasovic superado por el coraje balcánico.
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