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El hallazgo de un móvil en la celda de Oubiña amenaza la libertad del narco

Las autoridades abren un expediente al recluso y le deniegan un permiso de 18 días

Contaba con todas las circunstancias legales a su favor para lograr el tercer grado penitenciario pero una “falta grave” en el expediente del narcotraficante Laureano Oubiña podría no solo derivar en la suspensión de sus permisos carcelarios sino incluso retrasar su libertad condicional hasta agotar los plazos estipulados por el Tribunal Supremo para la liquidación de sus condenas.

 El hallazgo de un teléfono móvil en su celda de la prisión de Palencia dio lugar a la apertura de un expediente disciplinario y la denegación del último permiso de 18 días. La Fiscalía Antidroga de la Audiencia Nacional se opuso a esta salida y ha anunciado que seguirá haciéndolo por la gravedad de los hechos que fueron denunciados por las autoridades del centro.

Fuentes de la citada fiscalía han confirmado que este incidente es el único escollo que se le presenta a Laureano Oubiña para salir de la cárcel antes de lo previsto y no los dos asuntos que tiene pendientes por blanqueo de dinero en los que se enfrenta a seis y ocho años de petición de cárcel. Ambos juicios aún no están señalados, por lo que el interno podría abandonar el penal el próximo 12 de julio, fecha en la que el alto tribunal da por extinguida la última de sus tres condenas.

Oubiña fue en diciembre el protagonista de unas novedosas reglas de conducta acordadas por el juez central de vigilancia penitenciaria. Por primera vez, un narcotraficante catalogado como Fies (Fichero de Especial Seguimiento) iba a asistir a personas desfavorecidas o con un problema de drogodependencia, medidas ineludibles para la progresión de grado y que ahora han quedado aparcadas. Un auto que, además, sentaba un precedente para la futura aplicación en otros casos similares de históricos narcotraficantes.

Ahora, la última palabra la tiene el juez de vigilancia después de que el abogado de Oubiña presentara un duro escrito denunciando que éste “siempre ha sido tratado de una forma discriminada, injusta y con sistemáticas vulneraciones de la legalidad vigente por todos los estamentos vinculados a la Administración penitenciaria”. Según Enrique Trebolle, después del auto del juez, Oubiña siguió en el módulo de presos conflictivos con las comunicaciones telefónicas ordinarias intervenidas. “Es más, tenemos conocimiento de que se intentó boicotear la situación de tercer grado aduciendo los responsables de la cárcel de Palencia a una sedicente conversación grabada con un familiar directo, en una clara dinámica orientada a que este interno sea el prototipo en España de cumplimiento íntegro de una condena penal”.

El abogado cree que “el hallazgo del móvil es una excusa para interferir en la libertad condicional con el fin de ponerle en una situación de precario con la denegación de los permisos pese a que su conducta es intachable”. Además, Trebolle incide en que “sus condenas de 17 años y 10 meses son, sin duda, las más severas en el Estado español, ya que ningún interno fue condenado a otra pena semejante por tráfico de hachís”.

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