Controlado uno de los cinco incendios forestales en el Pirineo
Las llamas han obligado a desalojar a unas 200 personas en Lleida y a confinar a otras 92 Las fuertes rachas han impedido controlar tres focos, que ayer quemaron 900 hectáreas en el Pirineo de Lleida En Huesca también se han evacuado 14 núcleos de población
Solo uno de los cinco incendios forestales en el Pirineo ha sido controlado durante la madrugada por los equipos de emergencia. Casi 900 hectáreas arrasadas, unas 200 personas evacuadas y otras 90 confinadas en sus casas es la consecuencia de la oleada de incendios forestales que queman desde primeras horas de la tarde de ayer en diferentes puntos del Pirineo de Lleida y que mantienen en jaque a 320 miembros de los Bomberos de la Generalitat. Otro incendido en la comarca de Ribargorza, en Huesca, también ha obligado a evacuar varios núcleos de población.
Los cuatro fuegos en territorio catalán se originaron con apenas una hora y media de diferencia en Gerri de la Sal (Pallars Sobirà), Coll de Nargó y Calbinyà (Alt Urgell), y El Pont de Suert (Alta Ribagorça). De estos, solo el Coll de Nargó ha sido controlado durante la madrugada, después de arrasar 70 hectáreas forestales. En todos los casos, las condiciones orográficas, con fuertes desniveles, y meteorológicas complicaron durante toda la tarde de ayer el trabajo de los equipos de extinción, ya que los seis vehículos aéreos movilizados no pudieron realizar descargas de agua por culpa de las fuertes rachas de viento, superiores en algunos momentos a los 100 kilómetros por hora.
Los otros tres siguen descontrolados. El director general de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamentos, Jordi Gassió, afirmó que dichas condiciones adversas no permitirían controlar los fuegos hasta hoy. Gassió admitió que, ante la gravedad de la situación, la Generalitat ha tenido que contratar de urgencia más medios aéreos.
La Dirección General de Protección Civil de la Generalitat elevó a media tarde a la fase de emergencia la alerta del plan de incendios, Infocat, por estos cuatro fuegos. Las llamas obligaron a desalojar varias masías y pequeños núcleos de población.
El fuego más importante y en el que más equipos de bomberos están desplazados (más de medio centenar) es el que se declaró a las 12.27 horas en el municipio de Gerri de la Sal, en una zona de difícil acceso. El fuego se originó cerca de la carretera N-260, que quedó cortada en ambas direcciones, aunque los vehículos pudieron pasar acompañados por los Mossos d’Esquadra. A última hora de ayer, ya había arrasado 550 hectáreas.
A causa de este incendio se tuvo que desalojar como medida preventiva a los vecinos de pequeños núcleos de población como Bresca, Useu y Baén, donde se vivieron escenas de pánico por la proximidad de las llamas. Los 92 habitantes de Peramea quedaron confinados en sus casas. Allí el fuego penetró en el cementerio y calcinó algunas granjas de las afueras. Sin embargo, el incendio que más preocupaba anoche a los equipos de emergencia era el que se declaró en el barranco de Viu de Llevata, en el municipio de El Pont de Suert, tanto por las dificultades de acceso como por el fuerte viento que soplaba
Los otros dos incendios declarados, en Organyà y Valls de Valira, han afectado a un total de 170 hectáreas. El fuerte viento impidió que los vehículos aéreos pudieran intervenir y solo en el segundo los aviones pudieron realizar algunas descargas a última hora de la tarde. Los agentes forestales investigan las causas de los incendios, que no están claras. Las primeras hipótesis apuntan a quemas de rastrojos descontroladas y a la caída de postes eléctricos.
El quinto incendio, declarado en Castanesa (Huesca) que ha quemado entre 400 y 500 hectáreas, se dirigía ayer hacia Cataluña, según explicó Gassió. El fuego ha obligado a evacuar dicha población, de apenas 45 habitantes y otros 14 núcleos como Benifons, Ardanuy, Norales y Erverá, pertenecientes al municipio de Montanuy, sin que se registraran daños personales, informa EFE.
La falta de lluvia propicia más de 850 incendios forestales y agrícolas este año
En lo que va de año, se han producido en Cataluña más de 850 incendios forestales. La cifra supone un 25% más que el año anterior, debido en buena medida a la falta de lluvia. “Son las peores condiciones de sequía invernal de los últimos años”, aseguró el consejero de Interior, Felip Puig, en rueda de prensa el martes pasado. La situación ha mantenido en alerta a distintas comarcas. Ya entonces, los departamentos de Territorio y Sostenibilidad y de Agricultura y Medio Natural prepararon los protocolos ante una situación de alerta.
Los Bomberos de la Generalitat, que han declarado la guerra a Puig por los recortes previstos en los presupuestos, han mostrado su preocupación por cómo afectarán los recortes a la campaña forestal de verano. Si la anhelada lluvia no llega, los especialistas deberán hacer frente a una campaña de verano de alto riesgo con menos recursos que en años anteriores.
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