Imputados dos concejales de Alcorcón por coacciones y prevaricación
Un juez abre diligencias a los ediles por supuesto acoso laboral al jefe de la Policía Local
El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Alcorcón, José Antonio Tejero Redondo, ha admitido a trámite la querella presentada por el jefe de la Policía Municipal Sergio Ruiz Platero contra el primer teniente de alcalde, Óscar Romera, y al concejal de Seguridad, Antonio Sayago.
El magistrado les ha imputado como presuntos autores de los delitos de acoso laboral, coacciones y prevaricación (dictar una orden a sabiendas de que es ilegal). Ambos ediles tendrán que declarar en las próximas fechas.
Platero presentó el pasado 12 de septiembre una denuncia contra los dos ediles del Ayuntamiento de Alcorcón (168.000 habitantes), gobernado por el PP, a los que acusa de acoso en el ámbito laboral y coacciones, según informaron fuentes judiciales. El mando -funcionario de carrera aprobada tras una oposición- se había reunido el día anterior con el primer teniente de alcalde, Óscar Romera, y el concejal de Seguridad, Antonio Sayago, y ambos le dijeron que se buscara un nuevo puesto o que en caso contrario le iban a echar, según las citadas fuentes.
Las relaciones entre el equipo de gobierno y el jefe de la Policía Local se deterioraron después de la denuncia. Fuentes del PP acusaron al mando de desobedecer las instrucciones de cómo debe dirigir el servicio. Aunque el primer teniente de alcalde negó que el equipo de gobierno hubiera perdido la confianza en el jefe de policía, fuentes municipales aseguraron que la denuncia había mermado la relación con el equipo de gobierno y rechazaron que estuviera al frente de una institución tan importante una persona tan conflictiva.
El mando fue expedientado por tres faltas graves. El equipo de gobierno le acusó de falta de coordinación y de falta de respeto hacia un inspector del Cuerpo Nacional de Policía, de abuso de atribuciones y de falta de colaboración con la Policía Nacional y de uso de armas sin causas justificadas durante los disturbios de las fiestas patronales de ese mes de septiembre.
Más de un centenar de personas que se concentraron después ante el Ayuntamiento para protestar por esta suspensión y protagonizaron una prolongada y fuerte pitada contra el alcalde de la localidad, David Pérez (PP) y los integrantes del gobierno local. Ya antes de que fuera expedientado la Unión de Jefes de Policía Local (UNIJEPOL) mostró su apoyo incondicional a Platero -secretario regional de dicha asociación-, después de la denuncia efectuada por este.
Agentes de la Intervención de Armas de la Guardia Civil registraron en esa misma época la sede de la Policía Municipal de Alcorcón tras recibir una petición del Ayuntamiento de la localidad para que inspeccionara todas las armas que estaban en estas dependencias. Fuentes del Consistorio aseguraron que se trataba de una "reunión rutinaria", pero fuentes de la Guardia Civil lo desmintieron y constataron que era una petición expresa del Ayuntamiento.
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