“Creo en los fantasmas”
Aaron Thomas llegó a Madrid por amor tras tocar el piano en Ucrania y ser boxeador El cantautor australiano exhibe su folk en Conde Duque dentro del ciclo de conciertos acústicos
El australiano afincado en Madrid Aaron Thomas (36 años) asegura que tras publicar su segundo álbum Made of wood, en 2009 estuvo a punto de dejar la música y buscar “un trabajo de verdad”. Un momento de bajón del que ya se ha recuperado porque está a punto de entrar a grabar su nuevo disco. “Seguiré haciendo folk americano”, explica en perfecto castellano en su luminosa casa del barrio de Chueca. “Pero quiero que sea más crudo, menos producido y más imperfecto que en anterior”. Casado con una bailaora de flamenco y padre de una hija de tres años, desde hace siete vive en la capital (llegó por amor). Hoy actúa en el auditorio de Conde Duque (21.00 horas, 10 euros) donde quizá suenen las canciones que ha compuesto como banda sonora para una película española. “Es una historia de dos hombres que eran amigos de pequeños, pero ahora llevan vidas distintas”, explica. “Uno está casado, es responsable y tiene hijos. El otro es soltero y un perdido”.
Pregunta. ¿Con cuál de esos dos personajes se identifica más usted?
Respuesta. Estaría en medio de los dos. Soy padre responsable, pero también soy músico y tengo espacio para la locura.
Quizá suenen las canciones que ha compuesto como banda sonora de una película española
P. De haber dejado la música, ¿qué habría hecho?
R. Componer para otros proyectos o hacer ilustraciones. Si no me va bien me pondré a trabajar en bares o enseñando inglés.
P. ¿Qué se verá y escuchar esta noche?
R. Me acompañará un amigo importante, Bernard Fanning. Es el músico más famoso de Australia. También vive en Madrid y se casó con una española.
Me acompañará un amigo importante, Bernard Fanning, el músico más famoso de Australia
P. Vidas paralelas…
R. Pero él tiene más experiencia y más dinero.
P. ¿Le aburre esa pregunta de cómo acaba un australiano viviendo en Chueca?
R. Estoy harto. Pero es mi realidad. Contestémoslo una vez más: Conozco a mi mujer en Australia. Bailaba en un tablao. Nos enamoramos y decidimos venirnos a vivir a Madrid.
P. ¿Cómo se enamoran una bailaora de flamenco y un cantautor de folk?
R. Ella trabajaba en el bar donde yo solía tocar. No sé cómo se fijó en mí porque yo entonces tenía una banda de glam rock y tocábamos maquillados al estilo Marc Bolan. Eso es amor.
P. ¿Cómo es la vida en Tasmania?
Ella trabajaba en el bar donde yo solía tocar glam rock al estilo de Marc Bolan. Eso es amor.
R. En realidad soy de Hobart. Un pueblo muy pequeño en Tasmania rodeado de montañas. Tranquilo, cerrado y precioso.
P. Y lo ha cambiado por el bullicio del centro de Madrid.
R. Mi recorrido por Madrid ha sido curioso: he vivido en Malasaña, luego en Tirso de Molina, Conde de Casal, en Sol, Lavapiés y ahora Chueca.
P. Antes de llegar Madrid vivió en Ucrania. ¿Es cierto que fue boxeador?
R. Me fui con 18 años a estudiar dibujo. Tocaba el piano, pasaba mucho frío y practicaba boxeo, pero sólo para ganarme el respeto de la gente.
P. ¿Cuándo fue la ultima vez que se peleó?
R. Fue allí en Ucrania y por una discusión tonta. Aquí prefiero controlarme.
He vivido en Malasaña, Tirso, Conde de Casal, Sol, Lavapiés y ahora en Chueca
P. ¿Cómo se compone con una hija de tres años?
R. Es casi imposible sentarme y dedicarle dos horas a la música. Así que compongo cuando ando por la calle o en el autobús.
P. ¿No piensa componer en castellano?
R. No me atrevo. Le tengo demasiado respeto.
P. En tu último disco había una canción Ghosts in your apartament. [fantasmas en tu apartamento]. Era una canción de amor, pero…¿ha visto algún fantasma?
R. No, aunque estoy seguro de que existen. Puedo parecer un gilipollas al decir esto, pero creo en los fantasmas.
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