Un continente de máscaras

Los sortilegios que en el mundo rural invocaban la fertilidad de los campos y los individuos y celebraban la promesa de renovación de la primavera están en el origen de los Carnavales que recorren toda Europa. Las raíces de las mascaradas invernales han dejado en las fiestas que sobreviven en distintos pueblos europeos unos ritos comunes, personajes similares y costumbres que siguen caminos paralelos.

La exposición Carnaval. Rey de Europa abierta en el Museo Vasco demuestra que en Euskadi, Italia, Eslovenia, Croacia o Macedonia así ocurre. Una colección de 72 objetos, desde máscaras y cencerros a los muñecos que encarnan a los personajes centrales de la fiesta, como Miel Otxin, de Lanz, o el Markitos de Zalduondo, así lo avalan.

“En las zonas de montaña de Europa, menos expuestas a la influencia exterior, los ritos de celebración mantienen hilos comunes, aparecen los mismos personajes, las mascaradas siguen los mismos movimientos”, explica la directora del Museo Vasco, Amaia Basterretxea. “El tránsito entre la vida y la muerte está presente en todos ellos”, añade.

Los vídeos que documentan la exposición permiten descubrir con facilildad los paralelismos. El ruido de los cencerros, por ejemplo, se escucha una y otra vez para espantar a los malos espíritus. El Diablo se representa con máscaras grotescas y se repite la presencia de animales como el oso, un símbolo del despertar a la vida en su salida de la hibernación. Otra constante en los carnavales europeos es la celebración de un juicio y la destrucción del personaje central gracias al fuego purificador.

El ruido de los cencerros

“El Carnaval es una fiesta efímera. de la que no quedan restos”, lamenta Basterretxea. “Los museos tenemos que intentar conservar materiales que no están hechos con voluntad de perdurar”.

Carnaval. Rey de Europa es una iniciativa de un museo etnográfico de los Alpes italianos que arrancó en 2007. Desde entonces se han sumado al proyecto de las mascaradas invernales centros expositivos de Francia, Croacia, Bulgaria, Macedonia, Eslovenia, Rumania, Polonia y Euskadi.

Mientras, las principales ciudades vascas siguen entregadas a la fiesta. En San Sebastián, el cortejo del Entierro de la Sardina recorrerá hoy las calles del centro para desembocar sobre las ocho de la tarde en el Quiosco del Boulevard.

En Vitoria, mañana habrá verbena joven en la Plaza de España desde las 17.30. La quema de la sardina será a las ocho.

Y en Bilbao, el Carnaval se concentra en la Plaza Nueva: hoy se celebrará una verbena (19.30). Mañana, la Banda Municipal ofrecerá un concierto matinal (12.30). Y la ceremonia del Entierro de la Sardina que pone fin al breve reinado anual de Don Carnal arrancará a las 19.30.