El PP vasco pretende asentar su influencia en el partido nacional

Sevilla se va a convertir entre el viernes y el domingo próximos en la celebración del mayor poder que ha tenido un partido en España, una apoteosis del PP a mayor gloria de Mariano Rajoy. En ese marco, los populares vascos quieren aprovechar la cita para asentar y visualizar su peso e influencia en el conjunto del partido, en una doble vía: de estrategia política y de presencia en el Comité Ejecutivo Nacional.

El PP de Euskadi pretende que de Sevilla salga una formación definitiva y totalmente situada en el centro reformista, más abierta y modernizada, rompiendo, en la principal cita interna del partido, con las amarras que todavía mantiene con los sectores más conservadores, por ejemplo en materia de libertades individuales. La delegación vasca —60 representantes, de los que 42 fueron elegidos en los tres territorios el mes pasado y los 18 restantes son natos, entre parlamentarios vascos, diputados y senadores— “empujará” en ese sentido, coinciden varios miembros de la dirección del partido en Euskadi que acudirán a Sevilla.

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Esa apuesta por abrir más el partido y renovarlo —la misma que emprendió Antonio Basagoiti cuando asumió la dirección vasca en 2008— es estratégica, pero tampoco pierde de vista que las elecciones autonómicas están previstas para dentro de apenas un año. La imagen de una formación mucho más centrada que ofrezca “seguridad frente al desbordamiento soberanista”, en palabras de un dirigente vasco, serviría así como un activo para la que será una de las más diputadas campañas electorales en Euskadi. “Tener en toda España un partido mucho más de centro nos ayudará dentro de un año”, reconoce otro de los consultados.

El otro vértice político es lograr que el conjunto del partido comparta la visión del final de ETA y de su gestión que maneja el PP vasco, más abierta y matizada que la que muestran otros dirigentes del partido e incluso miembros del Gobierno central.

La cita del Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla se va a producir apenas tres días después de que Basagoiti se reúna en La Moncloa con Rajoy, cuyo apoyo buscará a su propuesta de asentar con socialistas y peneuvistas un liderazgo compartido en la gestión del final de la banda. Basagoiti juega un papel clave en la formación de la opinión y la estrategia de Rajoy en esta materia, el asunto político más espinoso que tiene por delante el Ejecutivo, pero parte del PP en el resto de España se halla lejos —en ocasiones mucho— de sus planteamientos.

En torno a ambas cuestiones pivota la ponencia política del congreso que ha coordinado Basagoiti, cuyo encargo por Rajoy el pasado mes de diciembre ya supuso una clara muestra de respaldo al PP vasco y su dirección. De ella, por ejemplo, ha desaparecido el frontal enfrentamiento con los nacionalistas que quiso imprimir María San Gil a la ponencia política del anterior congreso, celebrado en Valencia en 2008, y que marcó su enfrentamiento con Rajoy y su traumática salida del partido.